Le cobraron la vida a punta de balazos
A Ray Duarte le dieron dos tiros en un parque del Pueblito.
“¡Ay mi hermanito, ay mi hermanito!”, decía llorando en los brazos de su padrino la hermana de Ray Carlos Duarte Plata, el joven de 26 años que murió debido a los dos impactos de bala que recibió en el abdomen mientras departía en un parque de El Pueblito, en Barranquilla, el pasado lunes.
Ray era cobradiario, según cuentan allegados a la familia y vecinos del barrio, pero no era problemático, más bien, dicen que era un joven querido y que solo “estaba en el lugar equivocado”.
Aquella noche, habiendo dejado a la esposa y la hija de 11 meses en casa, Ray se sentó en el parque que queda frente a la casa de su mamá, en la calle 117 con carrera 11B del Pueblito, junto con otros muchachos, entre ellos, Harold Paniagua Pérez, de 29 años.
Eran aproximadamente las 9:30 de la noche cuando hombres en una motocicleta Suzuki AX4, de color azul, se aproximaron al lugar y empezaron a disparar hacia el lugar en el que estaban los jóvenes, alcanzando a herir a Ray y a Harold.
Ambos fueron trasladados a centros médicos asistenciales, pero en horas de la noche del martes Ray perdió la batalla y murió. Por su parte, Harold se encuentra en recuperación.
No es por plata, dice la familia
Según uno de los familiares de Ray, el ataque no estaría relacionado con deudas porque Ray prestaba máximo 500 mil pesos. Sin embargo, no descartan que las balas hubiesen estado dirigidas a las otras personas que estaban con él.
“En el barrio hay comentarios de que unas bandas criminales quieren controlar el barrio y están dándole al que sea. Le dieron bala a estos pelaos que no tienen nada que ver, que son pelaos de Dios. Ahí si estaba uno que es bandido, de pronto esa es la incógnita que tenemos, si iban por el man ese o qué”, explicó la persona que quiso mantener su nombre en reserva por seguridad.
Asimismo, dijo que aunque se tiene conocimiento de que el ataque se hizo desde una moto, los vecinos dicen que al parecer había un carro haciendo trasbordo en la parte de atrás del parque.
Por: Camila Luque Rozo
