El papa Francisco falleció a los 88 años este lunes 21 de abril a las 7:35 horas (hora local) en su residencia de la Casa Santa Marta (Ciudad del Vaticano), según el certificado médico oficial firmado por Andrea Arcangeli, director de Sanidad del Vaticano.
La causa directa fue un ictus cerebral que derivó en coma y colapso cardiocirculatorio irreversible, agravado por antecedentes de neumonía bilateral polimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes tipo II.
El pontífice enfrentó complicaciones respiratorias graves durante los últimos meses, incluyendo una hospitalización de 37 días en el Policlínico Gemelli de Roma hasta el 28 de marzo, según versiones divergentes sobre la duración exacta del internamiento.
El certificado especifica que la muerte se confirmó mediante electrocardiograma post mórtem, método estándar para constatar el paro cardiorrespiratorio.
Protocolo vaticano y próximos pasos
El Cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Iglesia, presidió el rito de constatación de la muerte el mismo lunes a las 20:00 horas, iniciando el período de sede vacante. El cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro el miércoles 23 de abril para el homenaje público, según anunció la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
La definición de un ictus cerebral
Según autoridades médicas, un ictus (o accidente cerebrovascular) ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, ya sea por obstrucción arterial o hemorragia.
La falta de oxígeno causa muerte celular irreversible en minutos, con secuelas que varían según la zona afectada.