El papa Francisco dando saludos en un evento.
El papa Francisco dando saludos en un evento.Cortesía.
¿Qué Pasa?

¿Quién podría relevar al papa Francisco tras su fallecimiento?

En AL DÍA repasamos la lista de cardenales papables para convertirse en el nuevo pontífice de Roma.

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Tras el fallecimiento del papa argentino Jorge Bergoglio, conocido como Francisco, este lunes 21 de abril, la Iglesia Católica se encuentra en un momento decisivo, enfrentando la tarea de elegir a su próximo pontífice.

El proceso de sucesión es complejo y genera gran expectativa a nivel mundial. Varios cardenales son considerados posibles candidatos, cuyas experiencias y visiones podrían marcar el rumbo del papado en los próximos años.

El cónclave, envuelto en el secreto y la tradición, mantendrá a los fieles atentos hasta que se observe el humo blanco en la chimenea de la Capilla Sixtina y se escuche la histórica frase “habemus papa”, anunciando al nuevo líder de la Iglesia.

Entre los nombres más destacados figura el cardenal Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano. Su vasta trayectoria diplomática y su papel en la gestión de la Santa Sede le otorgan un perfil de estadista, capaz de enfrentar los desafíos del mundo contemporáneo con moderación y diálogo, cualidades muy valoradas en un contexto global polarizado.

Otro candidato relevante es Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, conocido por su enfoque pastoral centrado en la justicia social. Su cercanía con la Comunidad de Sant’Egidio y su labor en la mediación de conflictos internacionales le han ganado reconocimiento.

Su compromiso con los más vulnerables y su llamado a la solidaridad reflejan una Iglesia comprometida con los problemas actuales.

El cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca de Jerusalén, aporta una perspectiva única desde una región marcada por la complejidad y el conflicto.

Su profundo conocimiento del Medio Oriente y su capacidad para fomentar el diálogo interreligioso lo convierten en una figura clave para quienes buscan un liderazgo con sensibilidad hacia las tensiones globales.

Fuera de Italia, la Iglesia muestra su dimensión universal con figuras como el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo emérito de Manila y actual Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización.

Su carisma y habilidad para conectar con diversas culturas lo posicionan como un puente entre la tradición y la modernidad, representando la creciente influencia del catolicismo en Asia.

Peter Erdő, arzobispo de Budapest, es reconocido por su sólida formación teológica y su experiencia en el diálogo ecuménico. Su participación en eventos internacionales y su capacidad para tender puentes entre diferentes confesiones religiosas lo perfilan como un candidato con un perfil intelectual y diplomático.

El cardenal Peter Turkson, originario de Ghana y exlíder del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, destaca por su defensa de la justicia social, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.

Su posible elección sería histórica, al convertirse en el primer papa africano en más de mil años, aunque su edad avanzada podría ser un factor en contra en un cónclave que podría preferir candidatos más jóvenes.

En el sector conservador, el cardenal Raymond Leo Burke, de Estados Unidos, es conocido por su postura tradicionalista y crítica hacia las reformas impulsadas por Francisco.

Aunque cuenta con seguidores que buscan un retorno a una Iglesia más rígida, su perfil polarizador y su influencia limitada dentro del colegio cardenalicio dificultan sus posibilidades.

En Canadá, el cardenal Marc Ouellet, ex prefecto del Dicasterio para los Obispos, tiene una estrecha relación con el papado de Benedicto XVI. Su experiencia en la selección episcopal y su profundo conocimiento de la estructura eclesiástica son puntos a favor, aunque su avanzada edad podría ser un impedimento para un liderazgo prolongado.

Robert Sarah, de Guinea y ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, comparte una visión conservadora similar a la de Burke.

Su defensa de la liturgia tradicional y su crítica a las reformas recientes lo posicionan como una opción para quienes desean una Iglesia centrada en la doctrina y la disciplina, aunque su edad también es un factor a considerar.

En España, se mencionan varios nombres que podrían tener peso en la elección: Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española; Carlos Osoro, arzobispo emérito de Madrid; Antonio Cañizares; Luis Francisco Ladaria Ferrer y Ricardo Blázquez, todos con perfiles diversos que podrían influir en el futuro del papado.

Este proceso de elección se desarrolla tras la muerte de Francisco, quien lideró la Iglesia durante 12 años, dejando un legado de apertura, justicia social y reformas internas.

Actualmente, la Iglesia está en periodo de “sede vacante”, durante el cual el camarlengo y el colegio cardenalicio organizan el cónclave para elegir al nuevo pontífice, un evento que mantendrá en vilo a millones de católicos en todo el mundo.