La Policía Nacional de Colombia y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos, determinó que Michael Wayne Roberts les pagó a menores de edad entre los 13 y 15 años de la capital antioqueña entre diciembre de 2020 y junio de 2021.
El hombre de 41 años fue capturado y deberá permanecer 7 años en prisión, además estará 10 años en libertad condicional y el juez dictó que tendrá que indemnizar a sus víctimas con una suma de 147.844 dólares.
El fiscal federal Jaime Esparza del Distrito Oeste de Texas expresó: “esta sentencia refleja que aquellos que se involucran en conductas sexuales con menores, independientemente de dónde ocurra, serán responsables de sus crímenes atroces y depredadores (...)”
“Estoy agradecido por el trabajo diligente de la Policía Nacional de Colombia y nuestros socios federales en Investigaciones de Seguridad Nacional, que condujo al arresto y enjuiciamiento de este individuo. Su compromiso con la justicia ha hecho que nuestras comunidades sean más seguras y ha protegido a nuestra población más vulnerable: nuestros niños”, agregó el fiscal.
En una entrevista para El Espectador, una de las víctimas relató que tenía 14 años cuando conoció al hombre estadounidense y él se aprovechó de su vulnerabilidad pata explotarla sexualmente.
La menor quien se hizo llamar ‘María’ por seguridad, contó que su familia estaba pasando por una mala situación y que tenía dos años sin ir al colegio por falta de dinero.
“Yo primero iba a hacer la limpieza del apartamento y después él me hizo la propuesta de tener sexo a cambio de dinero. Pensé en todas las necesidades que tenía en mi casa y accedí. Nunca había tenido relaciones sexuales antes y creí que, pues, sería algo normal, pero desde el primer momento el hombre fue súper agresivo. Le gustaba humillar, denigrar. Le gustaba dejarlo a uno inconsciente, ahorcarlo, pisotearlo, golpearlo en la cara, escupirlo, cosas así”, señaló la menor de edad en su relató para el medio citado.
Según ‘María’, el hombre pudo haberla asesinado por las prácticas sexuales agresivas que utilizaba y además dijo que el estadounidense abusaba de otros menores de edad.
“Tuve suerte de no enfermarme de alguna infección, porque nos decía que él no usaba preservativos, y era claro que no éramos solo tres, fuimos muchas más (...) Mi cerebro me intentaba proteger de ese momento traumático. Fumaba marihuana para salir de ahí, para irme. Él me ofrecía drogas fuertes, pero no me gustaban tanto, me daba miedo perder completamente la conciencia. No poder escapar o moverme si se ponía demasiado violento”, finalizó la joven.