Luego de 14 horas en la sala de cirugía el cuerpo médico de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, integrada por 9 cirujanos plásticos y 2 urólogos, anunció el éxito del primer trasplante de pene y escroto que se llevó a cabo en Estados Unidos.
La intervención fue realizada a un soldado americano que perdió gran parte de sus miembros sexuales luego que estallara un explosivo cuando prestaba el servicio militar en Afganistán.
El receptor de la operación, aunque solicitó que su nombre se conservara en el anonimato, manifestó que después de varios años “finalmente se sintió más normal”.
Por su parte el profesor y director de cirugía plástica y reconstructiva de la Universidad Johns Hopkins con sede en Baltimore, Andrew Lee, sostuvo que los médicos “confían en que el transplante le permita a este joven recuperar las funciones miccionales y sexuales casi en su totalidad”.
Según lo señala la información proporcionada por El Heraldo, el pene entero, el escroto sin testículos y parte de la pared abdominal proceden de un donante fallecido.
“Los testículos no fueron trasplantados porque decidimos desde el inicio del tratamiento no trasplantar tejido germinal, es decir, tejido que genera esperma porque esto aumentaría la cantidad de cuestionamientos éticos” dijo Damon Cooney, uno de los cirujanos que hizo parte de la operación.
Los cuestionamientos éticos mencionados por los médicos hacen referencia al hecho que si hubieran sido transplantados también los testículos donde se almacena el líquido seminal, en caso de que el soldado quisiera procrear en un futuro sus hijos tendrían el material genético del donante.