Expareja de Wilmary Guerra.
Expareja de Wilmary Guerra.Al Día.
¿Qué Pasa?

"No me importa ir preso": el audio amenazante que recibió Wilmary Guerra de su expareja

AL DÍA conoció uno de varios audios que sufrió, desafortunadamente, la víctima.

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Siguen conociéndose más detalles del feminicidio de Wilmary Carolina Guerra Mantilla, de 32 años.

Wilmary, quien viajó desde Maracaibo, Venezuela, a Barranquilla en 2015 buscando un futuro mejor, encontró una trágica muerte que ha conmocionado a la región.

Según su padre, Wilmer Guerra, Wilmary Carolina comenzó su vida en Barranquilla vendiendo productos en los barrios populares: primero queso, luego suero y finalmente arepas. Su determinación por salir adelante la llevó a conocer a Franklin Jesús Trillos Yance, de 32 años y oriundo de Malambo. Entablaron una relación y se mudaron juntos al municipio atlanticense.

Sin embargo, esta relación se convirtió en un ciclo de violencia. Wilmary sufrió amenazas, golpes y maltratos, lo que la llevó a alejarse de Trillos y a interponer denuncias en su contra.

De hecho, Trillos Yance cuenta con dos anotaciones judiciales por lesiones personales culposas y violencia intrafamiliar.

Mujer hallada sin vida en Manatí.

Las alarmantes amenazas y la 'profecía'

AL DÍA, a través de una fuente judicial, tuvo acceso a audios impactantes donde Franklin Trillos amenazaba directamente a Wilmary. En uno de ellos, se le escucha decir que no le importaba ir preso y que iría a Venezuela a atacar a la familia de Wilmary.

"Como no quisiste escuchar la profecía, yo me voy para Venezuela, como no quieres entender por las buenas… Esta profecía va para ellos, que yo también haré lo mismo con tu familia, no me importa ir preso, pero de que se hace venganza, se hace venganza. Yo como brujo, tú no me puedes engañar a mí", se escucha decir a Trillos.

El padre de Wilmary, Wilmer José Guerra Rosado, confirmó que este audio representaba una de las amenazas más serias que su hija había recibido. 

"Dentro de esas amenazas que él (Franklin Trillos) le hacía, hablaba de una supuesta profecía en un audio donde decía que la mataría e iría por nosotros hasta Venezuela si le pasaba algo a su hijo, con su brujería iba a cobrar venganza, que aunque asistiera a la iglesia, él era más brujo que ellos", detalló Guerra.

El señor Guerra, de 63 años, y los investigadores manejan una teoría escalofriante: que el crimen de su hija pudo haber estado ligado a un "ritual satánico".

Se cree que Wilmary fue sacrificada en una finca aledaña antes de ser enterrada en la finca de Manatí donde fueron hallados sus restos.

"Cuando hablaba de profecía, él decía que la iba a matar, y tal vez de esa profecía que él estaba hablando era eso y maquinó ese sacrificio porque según tengo entendido ellos en ese mundo oscuro, por cada sacrificio que hacen van subiendo de rango", expresó el progenitor. Aunque no cree en tales prácticas, la dolorosa realidad es la pérdida de su hija.

El engaño antes de la tragedia

El 18 de septiembre de 2023, Wilmary Carolina creía que pasaría un día de "paz" en la finca de Manatí. Incluso grabó un video para unas amigas, donde se le escuchaba decir: "Estamos acá en una finca, mira la naturaleza… Aquí me vine a pasar dos días, me regreso mañana a la ciudad… Se siente el ambiente fresco, qué paz, qué paz…".

Pero Wilmary nunca regresó. Al parecer, la mujer de 32 años fue asesinada en una finca cercana a Manatí y posteriormente enterrada en la finca Las Palmitas.

La investigación apunta a que Gleimer David, hermano de Franklin Jesús, fue quien condujo a este último a otra propiedad para cometer el horrendo crimen.

"Iban a hacer un acto de brujería. Entonces el hermano (Gleimer David) le dijo que ahí no (Finca Las Palmitas) porque si el patrón se enteraba se iba a molestar, entonces le dijo que lo podía llevar a otra finca también propiedad del patrón para que hiciera su cosa", reveló Guerra.

Inicialmente, Gleimer afirmó haberse retirado a Manatí. Sin embargo, las inconsistencias en su testimonio levantaron sospechas. Presionado por los investigadores y tras hablar con su abogado, accedió a llevar a las autoridades al lugar exacto donde habían enterrado a Wilmary.

"El 22 de mayo, Gleimer condujo a los soldados y al antropólogo al sitio. Cavaron aproximadamente dos metros y hallaron los restos de mi hija: primero los huesos de un brazo, luego la ropa que llevaba puesta y unas chancletas quemadas. Ese día, a las 8:00 de la noche, los restos fueron trasladados a Medicina Legal en Barranquilla. El capataz quedó detenido", narró el padre entre lágrimas.

La lucha de Wilmer Guerra no termina con el hallazgo de su hija. Ahora, su propósito es viajar a Maracaibo para enterrar los restos de Wilmary, un proceso costoso y que requiere de permisos especiales.

"Apenas me la entreguen yo voy a hacer todo lo posible por llevármela, aun cuando yo sé que ese es un proceso costoso por el hecho del transporte y los permisos. Tengo entendido que hay que sacar un permiso ante el Ministerio del Ambiente porque lo que se lleva ahí son restos", finalizó Guerra.

Mientras Wilmer Guerra se prepara para despedir a su hija, las autoridades colombianas intensifican la búsqueda de Franklin Trillos para su captura, con el fin de que Wilmary Carolina Guerra Mantilla encuentre la justicia que merece.