La Fuerza Pública de Colombia, en estado de alerta tras 'plan pistola' del Clan del Golfo
AL DÍA recopiló la siguiente información: desde el 15 de abril hasta la fecha, se han contabilizado 18 agresiones contra miembros de la fuerza pública, de ellos, 11 policías fallecidos y dos soldados que perdieron la vida.
La Fuerza Pública colombiana se encuentra en estado de alerta tras una serie de violentos ataques perpetrados por el grupo armado organizado ‘Clan del Golfo’ en las regiones del Caribe, Antioquia y Norte de Santander.
AL DÍA recopiló la siguiente información: desde el 15 de abril hasta la fecha, se han contabilizado 18 agresiones contra miembros de la fuerza pública, con un saldo trágico de 13 uniformados fallecidos: 11 policías y dos soldados.
Esta ofensiva contra los defensores de la nación parece ser una represalia organizada a partir del 5 de abril, día en que las autoridades abatieron a alias ‘Chirimoya’, identificado como el quinto cabecilla del ‘Clan del Golfo’, en un operativo conjunto entre las Fuerzas Militares y la Policía Nacional.
Tras la muerte de este líder de la estructura, Arístides Mesa Páez, quien comanda aproximadamente 1.300 hombres armados en departamentos como Sucre, Córdoba, Santander, Bolívar y Atlántico, el grupo criminal habría planeado estos atentados como acto de venganza.
Así, los ataques se han sucedido en diversos municipios de las regiones mencionadas, evidenciando la ejecución de este plan.
Ante la creciente cifra de homicidios de uniformados, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó la existencia de un ‘plan pistola’ orquestado por el ‘Clan del Golfo’ contra integrantes de la Policía y el Ejército.
El inicio de esta escalada de violencia se registró el 15 de abril con el asesinato del subintendente Deimer Díaz Pérez en Carepa, Antioquia. De acuerdo con los reportes oficiales, Díaz se encontraba disfrutando de un permiso por la Semana Santa cuando fue atacado por un sicario al salir de un establecimiento de billar.
Al día siguiente, 16 de abril, en el municipio de Salgar, también en Antioquia, el subintendente Nelson Humberto Cárdenas Carmona perdió la vida tras la detonación de un explosivo mientras acompañaba una caravana policial. En este mismo hecho, un compañero de Cárdenas Carmona resultó herido y fue trasladado a un centro médico.
El 19 de abril, el policía barranquillero Jorge Luis García Meza, de 39 años, fue ultimado a tiros en Chigorodó, Antioquia, por individuos que se movilizaban en motocicleta. Los informes preliminares indican que el patrullero intentó refugiarse en una vivienda del barrio Los Olivos, pero fue alcanzado por los agresores.
Los padres del agente de la Sijín expresaron su profundo dolor, manifestando que nunca imaginaron recibir a su hijo en un ataúd después de 14 años de servicio.
Ese mismo día, en Lourdes, Norte de Santander, el patrullero Andrés David Padilla Mejía, de 28 años, fue asesinado durante una procesión de Semana Santa por sujetos en moto.
Al día siguiente, 20 de abril, se registró un ataque con un cilindro bomba en Murindó, Antioquia, mientras una unidad militar realizaba labores de reconocimiento en el Urabá. Un soldado resultó herido en este atentado perpetrado con dos cilindros cargados de explosivos.
En la noche de ese domingo, dos policías, John Jairo Evangelista Monterroza y Andrés Felipe Carrillo Bayona, fueron brutalmente asesinados por cuatro sicarios en moto en el corregimiento de Pasacaballos, Bolívar.
Las investigaciones policiales señalan que los agentes fueron atacados con munición de fusil mientras realizaban un operativo de vigilancia de motocicletas en un sector comercial. Un civil que se encontraba en la zona también perdió la vida.
La ola de ataques continuó el 22 de abril, cuando tres policías resultaron heridos en dos incidentes distintos en carreteras de Antioquia, atribuidos por las autoridades al ‘Clan del Golfo’.
El primer ataque ocurrió en una zona rural de Ebéjico, donde un artefacto explosivo fue detonado al paso de una patrulla policial. En Vegachí, otra patrulla fue atacada a tiros, resultando uno de los uniformados herido.
El 23 de abril, en Lorica, Córdoba, el subintendente Yeiner Morelo Guzmán fue herido por disparos mientras llevaba a su hija al colegio. El ataque se produjo en el barrio Chimilito, donde desconocidos dispararon por la espalda al policía que se encontraba de civil.
Lejos de disminuir, la violencia se intensificó el 24 de abril, con cuatro atentados del ‘Clan del Golfo’ en Córdoba, Antioquia y Bolívar. En estos ataques perdieron la vida los militares José Francisco Espitia Martínez y Luis Carlos Vargas Gutiérrez, y el patrullero Juan Pablo Urango.
Ese mismo día, ocho presuntos miembros del ‘Clan del Golfo’, pertenecientes al Frente ‘Carlos Daniel Fulaye Vargas’, fueron capturados en Barranquilla, al parecer, con la intención de atentar contra miembros de la Policía Metropolitana.
En la madrugada del viernes 25 de abril, dos individuos atacaron con fusiles la estación de policía del municipio de Simití, en el sur de Bolívar, donde fallecieron los patrulleros Edwin Agustín Feria Mercado y Belén Karina Durán Ortiz, y otro uniformado resultó herido.
Horas más tarde, se registraron otros dos ataques en Antioquia. En Tarazá, el patrullero barranquillero Rafael Lenin Suárez Osorio fue asesinado a tiros por cuatro sujetos en moto. En Remedios, un ataque dejó tres uniformados heridos y dos de los agresores muertos.
La violencia continuó el 26 de abril, cuando el patrullero de la Policía Nacional, Cristian Juvenal Mora Parra, de 25 años, se convirtió en una nueva víctima del ‘plan pistola’ en Córdoba.
El uniformado, perteneciente al Escuadrón Móvil de Carabineros (Emcar), murió en un ataque con fusiles en la zona rural de La Apartada, dejando además tres policías heridos que fueron trasladados a Montería.