"Me pidió que lo dejara descansar": joven en Malambo asegura que habla con su padre desde el 'más allá'
“Nunca llegue a sentir miedo, sabía que era mi papá, lo veía y él podía hablarme", aseguró Lucía Hernández, residente del municipio del Atlántico.
En el municipio de Malambo se pueden encontrar muchos mitos sobre eventos paranormales que a lo largo de su historia han llenado de incertidumbre, asombro y especulaciones hasta a los menos creyentes de estos temas.
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Acompáñenos en el desarrollo de una de las historias que a día de hoy sigue sin tener una explicación lógica por parte de quien la vivió y de quienes creen conocer el mundo de los espíritus.
Lucia Hernández es una joven de 20 años que reside en el municipio de Malambo, Atlántico. Ella era hija de uno de los comerciantes más reconocidos de su barrio, Javier Hernández, quien falleció a los 54 años producto de un infarto en las inmediaciones de la localidad del Carmen.
Ella narró su experiencia y la cercanía de lo que aseguró es el encuentro más cercano con el alma en pena de su progenitor.
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¿Alguna vez han sentido una conexión tan fuerte la cual es capaz de llevarte a conectar con un ser, no solo en cuerpo, sino
también en alma y espíritu?
Luego del fallecimiento de su padre, la joven conecta con él en sus sueños, experimentando sensaciones y vivencias que marcarían su vida, conversaciones a diario en la que su padre le contaba, cómo estaba, dónde estaba y que todo para ella estaría bien.
“Su mirada era pura y sincera y solo podía transmitir luz, jamás podré olvidar las cosquillas y juegos que junto con mi madre hacíamos antes de dormir”. Expresa Hernández sobre los encuentros que noche tras noche sostenía con su padre.
Asimismo, habla de cómo parece vivir día a día junto a ella cada una de las experiencias que le sucedían en su cotidianidad.
“Nunca llegue a sentir miedo, sabía que era mi papá, lo veía y él podía hablarme. Con mucha seguridad me preguntaba sobre mi día y sobre cómo pensaba resolver cualquier problema que se me estuviese presentando. Era como si me acompañara a todos los lugares a los que iba”, aseguró.
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Lucia no entendía por qué su padre aparecía noche tras noche en su cuarto y en sus sueños, pero en medio de estos encuentros sucedió algo que la sorprendió mucho.
“Él no me generaba la misma energía de todos los días, pude sentir cómo esa noche no sería como las anteriores. Con mucha tristeza me pidió que lo dejara descansar, que esa sería mi más grande muestra de amor hacia su espíritu, ya que la única razón por la que día a día seguía a mi lado era que yo le pedí que me prometiera que siempre me cuidaría”, confesó la joven.
La joven afirmó que el día en el que transcurrió el sepelio de su padre desbordó en llanto y habló hacia su tumba gritándole que no iba a cumplir su promesa, y luego del encuentro de aquella noche, entendió que solo ella podía permitirle partir, pues su alma estaba penando producto de aquella promesa incumplida.
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A día de hoy Lucia relató que en ocasiones sigue manteniendo encuentros con su padre, pero que este le agradeció porque le permitió descansar en paz y de esta misma forma poder cumplir la promesa que en vida no podría cumplir.
La conexión que padre e hija tenían, retumbó en muchos rincones del municipio, e hicieron dudar hasta el menos susceptible, pues un alma en pena, habría logrado saldar su cuenta pendiente con la muerte y así seguir su curso hasta donde el destino decidiera llevarla.
