Fiscalía determina que homicidio de De Silvestri es crimen de lesa humanidad
La Fiscalía Quinta Delegada ante los Jueces Penales del Circuito Especializado de Barranquilla determinó que el asesinato del abogado, docente, ganadero y presidente de Coolechera, debe investigarse a perpetuidad.
La Fiscalía Quinta Delegada ante los Jueces Penales del Circuito Especializado de Barranquilla determinó que la conducta de homicidio de la que fue víctima el 10 de octubre de 2002, en el norte de la capital del Atlántico, el profesor, dirigente sindical y miembro de la junta directiva de Coolechera, Gustavo Alexis De Silvestri Saade, tiene la categoría de crimen de lesa humanidad, y por consiguiente la acción penal es imprescriptible.
De acuerdo con la decisión del fiscal, en el caso del citado dirigente se reúnen los requisitos de un crimen de lesa humanidad, por cuanto hubo un ataque generalizado, ejecutado con conocimiento por las Autodefensas, en contra de sindicalistas de la región Caribe y, en específico, del departamento del Atlántico.
En ese sentido, la Fiscalía determinó que el crimen del profesor De Silvestri está en el marco de la percusión del Bloque Norte de las Autodefensas, comandado por Salvatore Mancuso y Jorge 40, cuando a comienzos del nuevo milenio pretendían el control de absolutamente todo como plan de expansión y acababan con el que fuera un “obstáculo” o supuesto miembro de la guerrilla.
“La víctima, además de no ser un elemento activo de las hostilidades en el conflicto interno, pues no pertenecía a uno de los grupos armados ilegales o partes del mismo al momento de ser tomado por su victimario, no se encontraba adelantando acción alguna que permitiera señalar que se ubicaba en alguna de las actividades del supuesto grupo al que, según las autodefensas, pertenecía. Lo relacionaban con pertenecer al sindicato de Coolechera y, según los miembros de las AUC, pertenecían a la guerrilla y, no querer renunciar a la misma, lo convirtió en objetivo de la AUC, por ello se le quita de la vida, desapareciéndolo de su ambiente y de la protección Estatal”, detalló el ente investigador en su decisión.
Seguidamente, sostuvo que al declarar el crimen como de lesa humanidad “no queda duda que, en mejor criterio, debemos tipificar la presente investigación como homicidio en persona protegida, contemplado en el artículo 135 del Código Penal”.
El jueves 10 de octubre de 2002 un sicario acabó con la vida del entonces presidente del Consejo Directivo de Coolechera, mientras este revisaba su camioneta en la entrada del edificio donde residía en el barrio Altos de Riomar.
Y el pasado 10 de octubre, 20 años después del crimen, se conoció que la Fiscalía Quinta Delegada ante los Jueces Penales del Circuito Especializado de Barranquilla había retomado la investigación con la apertura de indagaciones a viejos actores del paramilitarismo, en específico los que hacían parte del frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las AUC, cuya zona de injerencia era el departamento del Atlántico y poblaciones del norte del Magdalena.
Este medio conoció que uno de los llamados a interrogatorio fue Darío Laino Scopetta, apodado Ojos Azules, quien, según declaraciones de Salvatore Mancuso, fue jefe de finanzas de las AUC en el Atlántico. Y la otra persona fue José Manuel Orozco Ovalle, un ex miembro de las AUC capturado en julio de 2021, en el sector de Villa Campestre, en Puerto Colombia.
Ambos individuos, según las pesquisas que adelanta la Fiscalía, habrían dado la orden para que el entonces Bloque Norte de las AUC tomara por completo el control de Coolechera, cooperativa de la que hacía parte De Silvestri y que defendía, a toda costa, para que no fuera tomada por criminales.