Familiares de Jennifer, Isamar, Valentina y María Alejandra se hicieron sentir en Barranquilla
Acompañados por diversas organizaciones de mujeres contra la violencia de género, su voz unificada se escuchó en el Paseo Bolívar, demandando avances inmediatos en las investigaciones de los casos de sus seres queridos.
Con un dolor compartido y una firme exigencia de celeridad, familiares de cuatro jóvenes (tres de ellas fallecidas y una desaparecida) se reunieron el jueves frente a la sede de la Fiscalía Seccional Atlántico.
Acompañados por diversas organizaciones de mujeres contra la violencia de género, su voz unificada se escuchó en el Paseo Bolívar, demandando avances inmediatos en las investigaciones de los casos de sus seres queridos.
Entre los asistentes estaban los parientes de Jennifer Ortega Vega, víctima de feminicidio en Repelón; de Valentina Cepeda Rodríguez, cuyo fallecimiento en Puerto Colombiael año pasado aún genera interrogantes; de Isamar Algarín Torres, desaparecida en el centro de Barranquilla desde hace un año; y de la patrullera María Alejandra Guerrero Montiel, quien murió recientemente en extrañas circunstancias en Caribe Verde. Todos unidos en un mismo grito: ¡Justicia!
Han pasado más de siete meses desde que Jennifer Paola Ortega Vega, madre de dos hijos y de 33 años, fue encontrada sin vida en su casa en Repelón.
Su cuerpo, hallado el 15 de octubre del año pasado envuelto en sábanas bajo su cama y con signos de violencia, apuntaba a una muerte por asfixia mecánica, según las autoridades.
El principal sospechoso sigue siendo su expareja, Alfonso Ramiro Gómez Mendoza, padre de sus hijos, y la última persona con la que se le vio antes del fatal hallazgo. La comunidad se ha movilizado en rechazo a la violencia de género y ha participado en plantones, ya que el proceso judicial no avanzaba con la rapidez esperada.
Julieth Ortega Vega, hermana de Jennifer, expresó a AL DÍA el temor de la familia: "Nosotros tenemos temor porque, para nadie es un secreto, la mayoría de los feminicidios terminan en vencimiento de términos. Siempre están los delincuentes en la calle”.
Gracias a una protesta previa en Sabanalarga, se logró fijar una audiencia para el próximo 19 de junio. Julieth también lamentó el mal manejo del cuerpo de su hermana, que fue entregado en estado de descomposición, impidiendo un velorio digno.
El pasado domingo 11 de mayo se cumplió un año de la extraña desaparición de Isamar Johanna Algarín Torres, de 29 años, madre de tres hijas. Su madre, Gloria Esther Torres Chamorro, y su hermana, Carla Algarín, mantienen la esperanza de encontrarla y exigen mayor celeridad a las autoridades.
Gloria Esther reconoció que, aunque el proceso judicial avanza, la demora se debe a los constantes cambios de fiscales en la investigación. "Hay que seguir luchando, esperar y confiar en Dios que las cosas, pues ya se aclare la situación de Isamar", afirmó.
Carla Algarín describió el duro proceso de adaptación de las hijas de Isamar, quienes a diario preguntan por su madre y han vivido cumpleaños difíciles sin ella. La familia se mantiene unida, esperando cualquier noticia que permita localizar a Isamar.
José Damer Guerrero Ortiz, padre de la patrullera María Alejandra Guerrero Montiel, exige a la Fiscalía "celeridad al proceso para que se pueda esclarecer lo más rápido posible esta situación". Su hija falleció el pasado 28 de abril en la unidad residencial Vipa Azul, en Caribe Verde, y la versión inicial de suicidio entregada por las autoridades es fuertemente refutada por su familia.
"Sabemos que María Alejandra no se suicidó, sabemos que es un feminicidio, pero es la Fiscalía la que tiene que entrar a esclarecer esta situación", manifestó Guerrero Ortiz, solicitando incluso el apoyo de un equipo técnico de la Fiscalía desde Bogotá para agilizar la investigación.
Trece Meses de Incertidumbre para Valentina Cepeda Rodríguez
Lourdes Rodríguez Contreras, madre de Valentina Cepeda Rodríguez, lamentó que la muerte de su hija, ocurrida en abril del año pasado, se mantenga en "impunidad".
Valentina, de tan solo 22 años, fue encontrada en una habitación del apartamento que compartía con su pareja en Villa Campestre, Puerto Colombia. El hombre aseguró que la joven se había suicidado tras un episodio de depresión.
Sin embargo, Lourdes se niega a aceptar esa versión: "Dios me dio esa fortaleza que tengo para seguir luchando por la justicia de ella, porque el asesino dijo que ella se había suicidado y yo sé que ella no lo hizo. Todas las pruebas apuntan a que él la mató”, insistió.
La jornada del jueves resalta la apremiante necesidad de que la Fiscalía intensifique las investigaciones y garantice justicia para estas familias, que persisten en su incansable lucha contra la violencia de género y la impunidad en Barranquilla y todo el Atlántico.