Este viernes se confirmó que apareció Duván Marchena Mantilla, uno de los cuatro jóvenes cuya desaparición había generado consternación en el municipio de Malambo en los últimos días.
Reportes señalaron que el adolescente se encontraba en Bogotá.
Duván Mantilla, de 17 años, regresó por cuenta propia a la residencia de su hermana, Nicol Mantilla. Según el testimonio de la mujer, su hermano se había extraviado con un grupo de jóvenes y, por esa razón, no habían podido volver a casa. Los adolescentes, sin conocer el destino, se subieron a una tractomula que los llevó hasta Bogotá.
Duván también informó que su hermano, Santiago, está actualmente en viaje, acompañado por Cristian David Medina Orozco, de 16 años, y Omar Andrés Suárez, de 15 años. La familia espera que los tres menores regresen a casa esta misma noche, siempre y cuando no se presenten contratiempos o retrasos en la carretera. La familia confirmó que Duván llegó sano y salvo, aunque con la ropa sucia.
Detalles de la desaparición
Es importante recordar que la misteriosa desaparición de los jóvenes ocurrió el domingo 18 de mayo. Hasta ese momento, no se tenía información concreta sobre su paradero. Los hermanos Marchena Mantilla salieron esa mañana con la intención de jugar fútbol en un parque local.
Esa misma mañana, la madre de Omar Suárez relató que un amigo de su hijo, Santiago Andrés Marchena Mantilla, llegó a su casa y se llevó a Omar con la excusa de "trabajar descargando un camión de mangos".
Desde entonces, no había vuelto a saber nada del menor. Por su parte, Cristian David Medina Orozco le había pedido permiso a su padre para ir a jugar fútbol al mismo parque donde estaban los hermanos Marchena, según lo expresado por su madre.
Inicialmente, los allegados habían recibido información que sugería que los adolescentes no llegaron a ningún campo deportivo ni trabajaron en la descarga de camiones. En cambio, la información apuntaba a que se habían embarcado en un bus desde la Terminal de Transportes de Barranquilla hacia Santa Marta, supuestamente para jugar un partido de fútbol.
Los familiares de los demás adolescentes permanecen a la espera de que los menores regresen en buenas condiciones durante las próximas horas de la noche