El amor desmedido que Miguel Ángel Salcedo Pérez sentía por su mamá, Cielo Pérez, fue la ‘debilidad’ que aprovecharon dos pistoleros para asesinarlo mientras caminaba hacía su casa, en la carrera 6 con calle 88, barrio Las Malvinas, sur de Barranquilla.
El año pasado a Cielo Pérez la atropelló un bus, y desde entonces Miguel Ángel, el mayor de sus tres hijos, se acercó mucho a ella, porque descubrió que en cualquier momento podía perderla.
Después del accidente Miguel Ángel, de 28 años, cogió la costumbre de no quedarse por fuera de la casa y no le gustaba romper esa regla ni siquiera los fines de semana, cuando trabajaba hasta tarde atendiendo mesas en un estadero del barrio Villa Flor, donde se rebuscaba unos pesos extra.
Precisamente este lunes festivo su mamá le recomendó que amaneciera en el negocio porque las calles estaban solas, y el barrio andaba muy peligroso. Miguel Ángel no le hizo caso y cuando iba llegando a la casa, faltando una cuadra más o menos, calle 93 con carrera 7, dos tipos en moto lo asesinaron.
Según testigos, el parrillero le pegó seis tiros por la espalda. Miguel Ángel murió ahí mismo. Un vecino que vio todo fue quien llego hasta la casa de Cielo y le dijo que al ‘pelao’ lo habían matado y estaba tirado frente a la tienda de la esquina.