Desde el primer semestre de 2018, el nombre de la Universidad Autónoma del Caribe ha estado en la palestra pública. Una serie de presuntas irregularidades empezaron a hacer “hueco” en los ingresos y activos de esta alma mater, al punto de llevarla a una crisis económica de la que, hasta la fecha, ha sido difícil salir.
Un total de tres rectores han pasado por la dirección de la Uniautónoma desde que se dio la salida de Ramsés Vargas Lamadrid, quien fue presionado a renunciar por estudiantes, docentes y demás miembros de la comunidad educativa, al percatarse de lo que estaba sucediendo, desde venta de predios hasta el cobro en efectivo de matrículas.
Para ese entonces, el 25 de noviembre de 2018, Vargas Lamadrid fue detenido por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, en un hotel de Cartagena, por haber incurrido en el delito de enriquecimiento ilícito con recursos de la institución.
Pese a la difícil situación que atravesaba la Uniautónoma, en mayo de 2020 Ramsés Vargas fue dejado en libertad por vencimiento de términos y aún no se conocen avances de la investigación por el presunto desfalco a la institución.
Es importante destacar que actualmente la Universidad Autónoma del Caribe aún se encuentra bajo la Ley 1740 de 2014 de inspección y vigilancia por parte del Ministerio de Educación, a raíz de todas las inconsistencias presentadas, creando además una fiducia que vigila y realiza todos los movimientos financieros.
Actual panorama
Así como sucedió a inicios de 2018, el panorama en este mes de enero de 2023, cinco años después, es similar.
A 564 trabajadores de la Universidad Autónoma del Caribe aún les adeudan los pagos a la seguridad social desde 2020, el pago del retroactivo salarial comprendido entre los meses de enero a agosto de 2022, las primas extralegales desde 2020, e incluso los salarios a docentes catedráticos desde el segundo semestre del año anterior.
De acuerdo con la presidenta de Sintraunicaribe, Gisella Borja, han sido radicados varios derechos de petición solicitando saldar los pagos retrasados por parte de la Uniautónoma; pero la respuesta no ha sido positiva.
Por otra parte, la docente también aseguró que los estados financieros actuales de la universidad reflejan que no han sido austeros con los gastos administrativos; sin embargo, el costo académico se ha disminuido, a pesar de que esto va en función de la actividad de la institución.
A raíz de lo anteriormente expuesto, el pasado 12 de enero el sindicato SintraUAC se declaró en asamblea permanente, exigiendo además la renuncia del rector Mauricio Molinares.
De acuerdo con Nataly Álvarez Vergara, docente y presidente del sindicato, la declaratoria se dio con el fin de realizar actividades pacíficas en los próximos días y que de esta manera puedan ser escuchados por parte de los directivos de la institución e incluso los órganos de control.
A su vez, los sindicatos Sintraunicaribe, Osiautónoma y Asoprofesuac radicaron un derecho de petición ante el Consejo Superior de la Universidad Autónoma del Caribe con copia al presidente de la república, Gustavo Petro; el ministro de Educación, Alejandro Gaviria, y a la inspectora in situ, Diana Barros.
En este documento se muestran detalladamente los pagos realizados a proveedores y que, “al ser una cantidad muy significativa, debe ser explicada por el detrimento causado a las acreencias laborales”, señala el informe.
Investigación del Ministerio de Educación nacional
El 5 de agosto del año anterior, mediante la Resolución 015716, el Ministerio de Educación Nacional ordenó la apertura de una investigación preliminar al rector o representante legal tras la radicación de un informe de seguimiento a las medidas de inspección y vigilancia impuestas a la Universidad Autónoma del Caribe.
En dicho documento, la inspectora in situ designada por Mineducación pone de presente presuntas irregularidades en el componente financiero que pueden llegar a comprometer la prestación del servicio público en condiciones de calidad y continuidad, todo esto relacionado con el incumplimiento de pagos de las obligaciones de forma oportuna.
AL DÍA consultó con esta cartera ministerial para conocer el estado actual de las investigaciones y vigilancia, y a su vez indicó que “se continúa con una difícil situación financiera, se encuentran adelantando acciones dinámicas, con el fin de reducir los costos y gastos asociados a personal mediante el plan de retiro voluntario que permitirán en el mediano plazo la mejora de la caja de la universidad”.
Asimismo explica el Ministerio de Educación que, “adicionalmente, las proyecciones presentadas dentro del plan de pagos evidencian la evolución de los ingresos, costos y gastos de la institución en el largo plazo, permitiendo a través de los flujos de caja proyectados visualizar la viabilidad de la recuperación financiera de la Uniautónoma, facilitar el seguimiento y control al cumplimiento de metas”.
Seguirá la vigilancia
En cuanto a lo relacionado con la medida de inspección y vigilancia, Mineducación enfatizó que se ha reiterado la importancia de mantenerse hasta tanto se superen las circunstancias que dieron origen a las mismas, toda vez que aún se presentan circunstancias respecto del cual se originó la adopción de las medidas preventivas.
No obstante, se han hecho recomendaciones respecto a que deben mantener y garantizar estrategias y acciones de diálogo con las agremiaciones sindicales, las cuales representan los intereses de los trabajadores sindicalizados y que se vio evidenciado en la suscripción de dos convenciones colectivas de trabajo con los sindicatos.
Mal estado de la infraestructura
A la serie de quejas presentadas por la falta de pagos se suma el “notable” deterioro de la infraestructura de la universidad. AL DÍA visitó las instalaciones y pudo constatar que en zonas como el bloque I y C los muros y vigas de cemento presentan grietas y parte de este material cae poco a poco.
Asimismo los techos presentan humedad y parte de las baldosas que protegen la fachada se han caído. En cuanto a la nueva área recién inaugurada y entregada a la facultad de Arquitectura y Diseño, conocido como el bloque A, permanece cerrada, sin cielo raso y algunos escombros.
Lo que concierne a los laboratorios, líderes sindicales señalaron que los espacios de cómputo no cuentan con equipos suficientes y los que existen están obsoletos.
El rector responde
Mauricio Molinares Cañavera, actual rector de la Universidad Autónoma del Caribe, reconoció que aún existe una crisis, pero afirma que poco a poco se han aunado esfuerzos para sacar adelante a la institución e ir saldando las deudas que se encontraban pendientes.
De acuerdo con lo explicado por Molinares Cañavera, al ser nombrado como rector, en julio de 2020, encontró un déficit de caja de $7.038 millones, y deudas por $99.711 millones. A través de distintas estrategias y dos años después de su trabajo se logró depurar algunas deudas y el saldo actual es de $70.000 millones.
En cuanto a lo que han manifestado los sindicatos por la falta de pagos a la seguridad social, primas y sueldos, el rector detalló que, se pagó al 70 % de los 564 trabajadores de la universidad las primas del mes de diciembre, algo que desde el 2020 no se hacía de manera puntual a raíz de la crisis.
“Gracias a la academia la universidad se sostuvo, por el esfuerzo de nuestros docentes. Actualmente no hay misterios en la universidad porque todos los procesos han sido transparentes y vigilados por el Ministerio. Poco a poco nos ponemos al día con los pagos y se están cancelando las quincenas puntuales”, dijo Molinares.
Asimismo, el rector añadió que están trabajando para recuperar la estabilidad financiera y la sostenibilidad operativa de la universidad. “Hemos tomado medidas para mantener de pie y en funcionamiento a nuestra alma mater. Todo eso sumado a un plan de choque de ahorro de gastos. Entre todos podemos aportar nuestro grano de arena a la recuperación absoluta”.
En cuanto a procesos laborales, el rector mencionó que 26 sentencias judiciales se dieron a favor de la universidad, y en total para el 2020 había 117 acciones de tutela por las suspensiones de contratos, las cuales también ganó la universidad por los argumentos presentados ante los jueces y el Ministerio del Trabajo. Asimismo, en una demanda que presentó el exrector Ramsés Vargas, con la que exigía el pago de $ 7.000 millones por indemnización, se logró una decisión a favor de la Uniautónoma.
Reducción de nómina
Universidad Autónoma del Caribe contaba con un total de 1.034 trabajadores, con una nómina de $3.297 millones; sin embargo, la crisis económica y el descenso en el número de estudiantes matriculados ocasionó que para el 2021 se redujera a 773 el número de trabajadores, por ende la nómina bajó a $2.385 millones.
A corte de julio de 2022, la UAC cuenta con 564 trabajadores y su nómina actual está en $2.017 millones.
Mejoramiento de infraestructura
Las condiciones institucionales requeridas por el Ministerio de Educación para realizar convenios o adelantar procesos de acreditación exigen tener un 70 % de infraestructura en óptimas condiciones, por lo que durante el período comprendido entre 2020 y 2022 se adelantaron intervenciones para llegar hasta el 78 %.
De acuerdo con el plan de desarrollo 2022 – 2028 de la Uniautónoma, se logró la adquisición de nuevo mobiliario para el edificio de posgrado y ampliación del número de aulas para la facultad de Arquitectura, Arte y Diseño.
Asimismo se pudo ejecutar el proceso de modernización de la Casa Club Caribe, por medio de la cual la Universidad Autónoma del Caribe recibe ingresos mediante la modalidad de alquiler de espacios, así como también se cumplió la recuperación de canchas, piscinas, cambios de mallas y arcos de fútbol del polideportivo. Todo esto sin dejar de lado el cambio de fachada del bloque A y el edificio multipropósito sobre la carrera 46.
Cabe resaltar que, a corte del semestre 02 de 2022, la Autónoma del Caribe registró un total de 6.747 estudiantes matriculados, recuperando de esta manera un porcentaje considerable de confianza para los procesos de formación.