Hoy se conmemoran 70 años del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, uno de los caudillos más recordado y queridopor los colombianos a lo largo de la historia de este país.
Siete décadas no son suficientes -quizás tampoco lo sean otras siete- para olvidar aquella fatídica tarde del viernes 9 de abril de 1948, cuando Juan Roa Sierra esperó aGaitán a la salida de un hotel y le disparó con un revólver hasta matarlo.
Desde ese entonces, con la ausencia del idealista, la zozobra se apoderó de quienes veían en él al hombre que guiaría a Colombia hacia un estado de equidad, no obstante, otros se hicieron fuertes a partir de la desgracia y comenzaron una lucha fundamentada en el pensamiento gaitanista.
Pero ¿quién era Gaitán? ¿Cuál era su filosofía? ¿Qué hubo detrás de su muerte? Son los interrogantes que AL DÍA le recordará en esta edición especial en honor a este abogado, docente y representante del partido Liberal.
Aún los historiadores no terminan de ponerse de acuerdo con la fecha y lugar de nacimiento de Jorge Eliécer Gaitán Ayala. Historiadores como Hebert Braun sostiene que vino al mundo el 23 de enero de 1898, pero otros aseguran que lo hizo el 30 de enero en 1903.
También se debate dónde vio Gaitán por primera vez la luz. Está claro que fue en Cundinamarca, pero para unos fue en Cucunubá, mientras que otros defienden que su cuna estuvo en Bogotá.
En todo caso, Jorge Eliécer se levantó como un auténtico bogotano. Su crianza —al igual que la de sus otros cinco hermanos, todos menores que él—, estuvo guiada por el celo materno de una docente, Manuela Ayala Beltrán, y el amor a los libros que le inculcó su padre, el librero Eliécer Gaitán Otálora.
Jorge Eliécer se crió en el barrio capitalino Las Cruces, en la calle 1A No. 8-24, como lo sostiene una publicación de 1949 realizada por el Concejo de Bogotá. Desde joven mostró su afinidad en la política, como en 1918, cuando apoyó la coalición de Guillermo Valencia; o en 1919,en el rol de orador en las protestas contra el presidente Marco Fidel Suárez.
El 29 de octubre de 1924 se tituló como doctor en derecho y ciencias políticas de la Universidad Nacional de Colombia con la tesis Las ideas socialistas en Colombia, una declaración pura de su corriente socialista y afinidad con los postulados marxistas. A todo esto le sumó en 1926 su doctorado en jurisprudencia de la Real Universidad de Roma (Italia).
El 1o. de marzo de 1929 se hizo con una curul en la Cámara de Representantes del Congreso de Colombia, la cual presidió en julio de 1931 hasta el mismo mes en 1932.
Entre las luchas como congresista, una de las más memorables en la gestión de Gaitán fue el debate de control posterior a la matanza de las bananeras, como se le conoce a los indeterminables homicidios de los trabajadores de la United Fruit Company en Ciénaga (Magdalena).
Defender las demandas de los obreros, quienes exigían condiciones laborales dignas (hasta entonces inexistentes), y un trato justo por parte de sus empleadores le valió a Gaitán el título de ‘Tribuno del Pueblo’.
Desde su salida del Congreso, pasando por el puesto de alcalde mayor de Bogotá, hasta llegar al Ministerio de Educación; a Gaitán le agradecieron medidas como la reforma agraria, municipalización de servicios públicos, implementación de comedores escolares, calzado escolar gratuito y alfabetización masiva, entre otras.
Con el tiempo que llevaba en la política,Jorge Eliécer Gaitán había dejado clara su postura: arremetida contra la oligarquía y lucha por la restauración moral del pueblo.
Quizá ese enfrentamiento pleno lo llevó a que en su mismo partido no todos estuvieran de acuerdo con sus ideales, esto evidenciado en el rechazo de los directivos liberales en la carrera presidencial de 1946.
El partido Liberal se dividió entre las candidaturas de Gabriel Turbay (apoyado por el sector oficialista del partido) y Gaitán, más proclive a la izquierda (apoyado por los sectores populares). Dicha división facilitó el ascenso del conservador Mariano Ospina Pérez.
El mayor protagonismo político de Gaitán en el plano nacional llegó con la organización de las marchas de las Antorchas y del Silencio, provocadas por las masacres de políticos liberales a manos de conservadores.
El papel que jugaba Gaitán cada vez era más fuerte en la esfera pública, así lo reconocían sus opositores, por tal razón acabar con él era lo más preciso antes que tomara más relevancia. Fue un plan siniestro en el que inclusive actuaron agentes de la CIA (Estados Unidos), como lo revelaron dos exagentes de esta organización.
El 9 de abril de 1948 Gaitán almorzó con unos amigos en el Hotel Continental, a la espera de que llegara la hora de reunirse con varios jóvenes políticos, entre esos el cubano Fidel Castro, por esos días apenas un estudiante.
A las 2:05 de la tarde, en la puerta del edificio Agustín Nieto, carrera Séptima con calle 14, Juan Roa Sierra apareció con un revólver Smith & Wesson y asesinó a Gaitán. Ahí comenzó el ‘Bogotazo’.
Quienes conocían a Gaitán y atestiguaron su magnicidio corrieron para atrapar a Roa, quien fue amarrado con corbatas y luego linchado en la Plaza de Bolívar.
En cuestión de nada una turba liberal se atrincheró a la espera de órdenes del partido, órdenes que no llegaron, al menos a tiempo, porque el desespero invadió a los dolientes que arremetieron contra edificaciones del Centro bogotano, estaciones de policías, e incluso avanzaron a la Casa de Nariño.
Fue en el Palacio, en ese entonces conocido como Palacio de La Carrera, donde tanques de guerra dispararon contra la multitud, cobrando la vida de unos 300 manifestantes.
“Vivo Gaitán, hubiéramos tenido una vida ciudadana menos anárquica. No nos habríamos desangrado en esas escaramuzas sin fin en una vereda tras otra, año tras año”, publicó el historiador Hebert Braun en la revista Semana. “El 9 de abril nos hace pensar en la Violencia de los años 50 como el resultado inevitable de un conflictivo sistema partidista que no se logró apaciguar sino hasta que se creó el Frente Nacional en 1958.
“Ningún partido en el mundo ha dado una demostración como ésta. Pero si esta manifestación sucede es porque hay algo grave y no por triviales razones. (...) Pero estas masas que así se reprimen también obedecerían la voz de mando que les dijera: Ejerced la legítima defensa”, extracto del discurso Oración por la Paz, de Gaitán, manifestado el 7 de febrero de 1948 en una colmada Plaza de Bolívar.
Así era Gaitán, un hombre sabio, con ideales, que se describió empleando cada componente de la sociedad: “No soy hombre, soy un pueblo; y el pueblo es superior a sus dirigentes”.