Según información de la agencia AP y del periodista Matt Gutman, de ABC, los nadadores estadounidenses Ryan Lochte, Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigen, pararon en una estación de gasolina a las 6 de la mañana del domingo, en Barra da Tijuca, un barrio periférico de Río.
Según informó la Policía Federal, uno de los deportistas trató de abrir un baño que estaba bloqueado y luego entre los demás lo abrieron a la fuerza hasta romperlo. Un guardia de seguridad les hizo el reclamo y aunque estaba armado, señaló que nunca le apuntó a los deportistas.
El informe añade que los nadadores le pagaron la puerta al dueño de la estación por una suma desconocida. Luego, Gunnar Bentz, Jack Conger le habrían confirmado a la policía que la historia del asalto era fabricada.
¿Cómo llegaron hasta acá?
El Comité Olímpico Internacional (COI) y el comité organizador de Río 2016 había dicho desconocer si los nadadores estadounidenses Ryan Lochte y James Feigen"han salido de la Villa Olímpica" después de que una juez brasileña les prohibiera salir del Brasil, mientras investiga el supuesto asalto denunciado por ellos.
"No tenemos información sobre si han salido de la villa y deben remitirse a otra fuente informativa", dijo escuetamente el portavoz del Comité Olímpico Internacional, Mark Adams, en la conferencia de prensa que ofrecen diariamente ambas organizaciones.
La decisión de la juez Keyla Blanc, del juzgado especial de Grandes Eventos, respondía a las versiones contradictorias ofrecidas por los nadadores sobre el asalto en la madrugada del domingo, según el diario O Globo.
Según Lochte, que ganó en Río una medalla de oro en el relevo 4x200 metros libre y fue quinto en los 200 metros estilos en Río, estaba con sus compañeros
Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen
cuando –dijo- fueron asaltados en un taxi a punta de pistola por hombres con uniformes de policía tras salir de una fiesta en el barrio carioca de Lagoa.
La versión de Lochte no concordaba con el vídeo que captó las imágenes de su acceso a la Villa Olímpica en el control de seguridad, que muestra a los nadadores tranquilos y con sus efectos personales varias horas después de haber sufrido la supuesta agresión.
Otra de las razones por las que la historia no era convincente, era la cantidad deescenas de película hollywoodense que supuestamente habrían vivido, y que las autoridades locales encontraron inverosímiles.
Fuentes próximas a la investigación señalaron que el relato de los nadadores tiene "muchas lagunas" y que "no han cooperado"con las autoridades para aclararlas.
La policía acudió este miércoles a la Villa Olímpica y conversó con el jefe de seguridad del Comité Olímpico estadounidense, pero no logró nuevas pistas para la investigación. En todo caso, lo que dicen los medios en Brasil es que Lochte, Bentz y Conger, ya se encontrarían fuera del país. EFE
LA HISTORIA
Lochte, de 32 años, contó que iban Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen en un taxi y que hombres fuertemente armados, disfrazados de policía, los encañonaron y les robaron dinero (aunque no sus celulares).
Los nadadores asistieron la noche del sábado a un fiesta en el Club de France, la casa de la hospitalidad francesa establecida en el elegante sector de Lagoa, en Río de Janeiro, para los Juegos Olímpicos.
En la madrugada, cuando regresaban a la Villa, se habría producido el supuesto asalto, pero de inmediato un portavoz del Comité Olímpico Internacional declaró el hehco como "absolutamente falso”.
No está claro qué pudo haber motivado a los atletas a inventar semejante historia, lo que sí es seguro es que la investigación no ha hecho más que comenzar.