La preocupación de los habitantes de los barrios Panamá y San Fernando por el notable deterioro que tiene la obra de ampliación del llamado canal de Panamá, a pesar de que no se ha terminado, aumenta con el pasar de los días.
Esta obra hace parte de un contrato de más de 29.600 millones de pesos, que se firmó el 6 de agosto de 2014, y su construcción empezó a finales de diciembre de 2014. Se tenía programada su culminación para el pasado mes de agosto, sin embargo, hasta el momento la entrega no se ha dado.
No funciona para lo que se construyó
Desde los primeros aguaceros que se presentaron en este 2016 fue de conocimiento, tanto para la comunidad de este sector como para las directivas del Sistema Integrado de Transporte Público de Valledupar (en ese momento), que la estructura no soportó la cantidad de agua que por allí pasó y empezó a generar inconformismo en los habitantes de la zona por la mala construcción de esta obra.
Por su parte, directivas del Sistema Integrado de Transporte Público de Valledupar, indicaron que efectivamente la obra de ampliación de este colector de aguas lluvias presenta deficiencias, puesto que algunas losas están fracturadas y otras se están cayendo, sin embargo, esta obra no ha sido terminada ni entregada, por lo que la contratista deberá someterse a una pólizas de cumplimiento, para que en su momento esta obra sea entregada en perfectas condiciones a la comunidad.
Hay un estancamiento de agua
A la problemática se le suma el vertimiento y estancamiento de unas aguas al parecer limpias, a este canal, lo que ha generado malos olores por el represamiento de la misma, y proliferación de zancudos.
Trascendió que el vertimiento de estas aguas sería por unas conexiones fraudulentas en las tuberías del acueducto de la ciudad, y que además es de conocimiento de la parte técnica de la empresa de acueducto y alcantarillado de Valledupar, Emdupar S.A.
Sin embargo, el jefe de la gestión técnica operativa de Emdupar, ingeniero Álvaro Yaguna, explicó que ‘‘ese vertimiento no es de agua potable no pertenece al acueducto, allí se han hecho verificaciones por parte de Corpocesar y de la secretaría de Salud municipal, y al parecer es un vertimiento de las embotelladoras que están en este sector. La tendencia de la gente es que cualquier agua que hay en la calle es nuestra, y no es cierto, se determinó a través de esas verificaciones que estas aguas no son del acueducto’’.
Mientras se define quien es el responsable del vertimiento de estas aguas al canal, la comunidad está a la espera una pronta solución al estancamiento de ésta y al proliferación de zancudos que hay en la zona, además de la culminación de la obra de ampliación del mencionado colector de aguas lluvias...o canal de Panamá.