Durante los últimos meses, estar al día con la factura de energía se ha convertido en un “suplicio” para Udalbis Ruiz Cervantes. A pesar de residir en una vivienda de estrato uno en el municipio de Repelón, este servicio público ha teñido “grandes” incrementos. Una situación que lo afecta tanto a él como a sus vecinos, quienes cuentan con escasos electrodomésticos.
“Es algo bastante frustrante. Nosotros somos personas de bajos recursos que ahora mismo debemos decidir entre hacer mercado o pagar la factura de energía. La diferencia es abismal entre lo que pagamos actualmente”, aseguró el hombre.
Indicó que actualmente deben pagar cerca de $100 mil por el servicio, mientras que en meses anteriores no superaba los $50 mil.
Una situación similar vive Ramiro Alzate, quien es el propietario de un restaurante en el municipio de Sabanagrande. Sostuvo que ha tenido que recurrir al despido de algunos colaboradores para así cubrir los gastos de funcionamiento de su establecimiento comercial y no generar pérdidas.
“Estamos pagando una luz exageradamente cara y nos vemos muy golpeados. Toca economizar como sea”, aseguró el comerciante, quien ya se encuentra pagando cerca de $1.200.000 mensualmente, cuando la facturación anteriormente llegaba por menos de la mitad de ese valor.
En los estratos altos la situación se ha vuelto mucho más “grave” y así lo dice Aura Rodríguez, quien reside en un apartamento ubicado en el barrio Villa Carolina.
La mujer explicó a este medio que en el último mes debieron cancelar $300 mil por el recibo de luz, cuando en meses anteriores estaba en alrededor de $100 mil.
“Acá solo vivimos dos personas y todo el día estamos trabajando. Los aires los prendemos menos de una hora en la noche, por lo que no entendemos ese consumo tan alto”, dijo la mujer.
Los casos que viven Ubaldis, Ramiro y Aura se han convertido en parte de la “cotidianidad” en la región Caribe. En los últimos meses, el servicio de energía eléctrica ha tenido marcados incrementos que han puesto en vilo la capacidad adquisitiva de las familias.
Pobreza monetaria
Fundesarrollo y Frontiers Economics identificaron –tras un estudio– que el alza de las tarifas ha generado una reducción en el ingreso per cápita de los hogares.
De acuerdo con los resultados del análisis, la región Caribe es la que tiene la mayor ganancia de hogares en clase pobre (1.41 %). Esto incluso por encima del nivel nacional, en donde el alza en las tarifas no supera ni el 1 % de contribución a dicha clase social (0.95 %).
Para Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, esta cifra se entiende en que cerca de 5 mil hogares cayeron en el rango de pobreza monetaria entre noviembre de 2020 y diciembre de 2021. Eso representa el 39 % de la cifra que se maneja a nivel nacional.
“Hay una pérdida en clase media por las tarifas de energía. Encontramos que 11 mil hogares en el país entraron a la condición de pobreza monetaria. La región Caribe tuvo una alta contribución en esa cifra”, expuso.
Álvarez también indicó que estos resultados son una primera aproximación a las afectaciones que las altas tarifas de energía tendrán para la Costa Caribe en el largo plazo.
“Este estudio es un anticipo de lo que puede pasar en la región Caribe en los siguientes años. Queremos mostrar que el impacto social puede ser aún mayor en el futuro”, agregó la directora de Fundesarrollo.
Marco regulatorio
En el mencionado estudio se identificó que el componente de pérdidas es el que más ha contribuido a sus incrementos de las tarifas. En el caso de Air-e, en el 2021 supuso el 70 % del cambio y en el 2022, el 54 %. Mientras tanto, en el caso de Afinia, fue el 57 % y el 42 %, respectivamente.
Al respecto, Fernando Barrera, director de Frontier Economics, explicó que estos incrementos tarifarios están explicados por el actual régimen regulatorio dictado por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).
“El modelo de ahora busca pagar lo que cuesta el servicio, eso implica tarifas más altas. La Costa tiene actualmente las tarifas más altas del país, cuando en el pasado eran las más bajas”, dijo.
También expuso que en la región Caribe y el país se da una situación especial y es que “cerca del 70 % de los incrementos de las tarifas se explican por regulación, que es muy distinto a lo que está pasando en el resto del mundo”.
¿Cómo viven la situación en el sector industrial?
En su informe, Fundesarrollo y Frontier Economics sostienen que un alza en las tarifas de energía reduce la producción bruta en todas las regiones de Colombia. Esta afirmación se encuentra relacionada con el impacto de dichos incrementos en los costos de producción, principalmente “en aquellas actividades industriales intensivas en su uso”.
Las entidades indicaron, además, que esto se refleja en el “encarecimiento” del precio final de los bienes producidos y una caída en su demanda “que termina impactando los niveles de producción de la industria manufacturera”.
Es importante destacar que este sector contribuye a la producción regional en 12.8 % y al total de la industria nacional en 14.0 %.
Al punto que un incremento del 10% en la tarifa de energía en la región Caribe genera una disminución del 0.6 % en la producción bruta del sector manufacturero. A nivel nacional, los aumentos en la tarifa de energía de igual proporción conlleva a una caída en la producción del 0.09%.
Desde la Corporación Empresarial del Oriente del Atlántico (CEO) se indicó que empresas con grandes consumos –que pertenecen a distintos sectores– han tiendo “incrementos notables” en el cobro de su factura durante el año 2022, entre un 15 % y 60 % con respecto al último año.
Recalcó que dichos incrementos conllevan a aumentar los costos asociados a la producción para las empresas, afectándolos en este proceso de reactivación económica y disminuyendo su competitividad frente a competidores.
“La energía eléctrica representa entre un 7 % y un 15 % en la estructura de costos de algunas de las empresas miembro de la CEO del Atlántico”, agregó el gremio.
Además, puso de presente que las empresas han optado por adoptar “proyectos de eficiencia energética, gran parte de estos fotovoltaicos”, que deriven en ahorros en su consumo para la producción.
CEO del Atlántico también puso de presente que ha “acompañado” al nuevo operador de energía (Air-e) en la implementación de los compromisos de inversión para mejorar la infraestructura eléctrica.
“Están trabajando en estrategias para reducir las pérdidas, lo cual más adelante llevará a reducir la tarifa. Este trabajo realizado por el nuevo operador ha permitido mejorar la confiabilidad y estabilidad del servicio de energía eléctrica, y la ampliación de la capacidad en algunas subestaciones, lo cual es importante para mejorar la calidad de vida de los habitantes, y la competitividad de los municipios”, agregó el gremio.