Al menos 58 muertos. Esa es la cifra que se ha hecho oficial este lunes 24 de abril luego que el pastor de un culto cristiano llamado 'Iglesia Internacional de la Buena Nueva' convenciera a los feligreces bajo su dirección que ayunaran para "encontrarse con Dios".
Al parecer, efectuando una práctica extremista para acelerar la creencia judeocristiana de que al morir hay un encuentro con el ser supremo, muchas personas han renunciado a consumir alimento hasta dejar de vivir y han sido enterradas en fosas comunes.
Es por esto que desde hace unos días las autoridades de Kenia, lugar de los hechos, han estado buscando en lugares alejados del distrito de KIlifi, epicentro de la peligrosa corriente religiosa, para determinar si hay más cadáveres
Además, por parte de la Cruz Roja keniana y otras autoridades, se ha instaurado una 'cacería' dentro de esa población para convencer a algunos seguidores de que desistan de su práctica y empiecen a alimentarse, dando como resultado hasta ahora, el saldo de 11 personas 'salvadas'.
"Condenamos enérgicamente cualquier forma de organización religiosa que promueva creencias extremistas y opere fuera de los límites de la ley", aseguró Japhet Koome, inspector general de la Policía de ese país, sin embargo, el responsable del alto número de muertes sigue libre porque no hay una ley en el país africano que regule una situación así.
Se trata de Paul Mackenzie, el autoproclamado líder espiritual que ya ha sido cuestionado sobre sus practicas en el pasado y que solo ha afirmado que si la Policía sigue buscando "encontrará más de mil personas que ya fueron a encontrarse con Dios".
Por el momento continúan los operativos para hallar lechos de muerte y tumbas, las cuales se estima son varias más de las ya encontradas.