¿Colombia se ha convertido en un punto estratégico de las mafias europeas?
Detrás de las hermosas playas del norte del país y su gastronomía, se oculta un oscuro panorama vinculado a la producción y comercialización de drogas, principalmente cocaína.
Las hermosas playas del norte de Colombia y su exquisita gastronomía son dos de los mayores atractivos para los turistas internacionales, especialmente los provenientes de Europa. Sin embargo, detrás de estos paradisíacos paisajes, se oculta un oscuro panorama vinculado a la producción y comercialización de drogas, principalmente cocaína.
Las grandes ganancias generadas por el 'oro blanco' atraen a numerosos narcotraficantes europeos, quienes no solo viajan a Colombia como turistas, sino también para realizar negocios ilegales, como el envío de grandes cantidades de cocaína a sus países de origen.
Este fenómeno ha sido recurrente en los últimos tiempos, y uno de los casos más destacados fue el de Namoussi Mounir, conocido como 'Mou', quien residió durante al menos ocho años en Santa Marta. Allí, actuaba como enlace principal entre el 'Cartel de los Balcanes' y el 'Clan del Golfo'.
El 28 de febrero de 2025, fue arrestado en Barranquilla gracias a una orden de captura emitida por Interpol, solicitado por las autoridades belgas, acusado de tráfico de cocaína y asociación con organizaciones criminales.
Curiosamente, un caso similar al de Mounir también se registró recientemente en el Caribe: el arresto de Emanuele Gregorini, alias Dollarino, un importante capo de la mafia italiana. Gregorini fue detenido el 18 de marzo en Cartagena.
Se le señala como el máximo responsable del Sistema Mafioso Lombardo, integrado por las mafias Camorra, Cosa Nostra y 'Ndrangheta, y se le atribuye el envío de grandes cargamentos de cocaína desde Colombia, Panamá y Brasil hacia Europa.
La detención de 'Dollarino' ocurrió gracias a un operativo conjunto entre la Policía Nacional de Colombia y diversas fuerzas internacionales, incluidas las autoridades de Reino Unido, Italia y Europa.
Según las investigaciones, Gregorini era el encargado de coordinar el tráfico de cocaína a Europa desde puertos colombianos como los de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta.
"Se le considera uno de los principales cabecillas del Clan MOCCIA de Afragola, una organización criminal internacional aliada con el Sistema Mafioso Lombardo, que opera en el tráfico de cocaína, compra de armamento y lavado de dinero en Europa y América Latina", indicaron las autoridades colombianas.
Por otro lado, la mafia 'Ndrangheta había sido mencionada en noticias recientes en relación con la captura de Massimo Gigliotti, un miembro destacado de esta organización, en 2023.
Gigliotti era buscado por su presunta participación en el tráfico internacional de estupefacientes, y su arresto fue posible gracias a la cooperación internacional entre autoridades de varios países.
En octubre de 2024, la Policía Nacional capturó en Medellín a otro capo italiano, Gustavo Nocella, alias Ermes, quien era buscado en Italia por narcotráfico y otros delitos relacionados. Nocella estaba vinculado al tráfico de cocaína desde Colombia hacia Europa y se le considera uno de los principales proveedores de la droga a mafias en el sur de Italia.
En ese mismo mes, Luigi Belvedere, un miembro clave de La Camorra, fue arrestado en Medellín tras ser localizado gracias a una fotografía en la tumba de Pablo Escobar. Belvedere, que tenía una condena por tráfico internacional de drogas, coordinaba envíos de cocaína desde Colombia a Europa.
Ante las continuas capturas de narcotraficantes europeos en Colombia, la Policía Nacional ha destacado el trabajo conjunto con las fuerzas de seguridad de estos países, a través de la cooperación internacional y el apoyo de Interpol.
Recientemente, el director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, subrayó la importancia de la colaboración con la Oficina Europea de Policía y la Policía Nacional de España. En su visita a Europa, se consolidaron acuerdos de cooperación que han permitido a Colombia y los Países Bajos enfrentar el crimen organizado transnacional.
Sin embargo, según algunos informes, los capos de la mafia europea no siempre mantienen un bajo perfil en su vida privada, lo que facilita su identificación. A menudo, exhiben sus "logros" en redes sociales, disfrutan de fiestas exclusivas y no dudan en compartir su contacto con mujeres que les atraen.