En lo que va del año, 27 hombres que residen en el municipio de Sabanalarga han denunciado ser víctimas de agresiones físicas, verbales, económicas y psicológicas por parte de sus esposas, exparejas o compañeras permanentes.
Así lo revelan los registros de la Comisaría de Familia Municipal. La jefa de la dependencia, Claudia Reyes, manifestó que, a través de las campañas de prevención que ejecuta su despacho desde 2011, la población masculina cada vez es más consciente del derecho a la igualdad doméstica.
Los casos de mujeres violentadas en el municipio siguen predominando con 272 casos atendidos hasta la fecha, pero llama la atención que los de hombres agredidos hoy sean casi el doble de los reportados en todo 2015, con 14 denuncias.
De acuerdo con Reyes, la celopatía y las dificultades económicas en la pareja producen las actos violentos al 80 por ciento de los casos registrados. Las edades de las víctimas oscilan entre los 30 y 40 años.
Allí ha atendido cada uno de los casos con una trabajadora social y -recalcó - ha enseñado a las familias a cambiar el imaginario social de que las únicas que tiene derecho a denunciar son las mujeres.
“La violencia de la mujer siempre se ha dado, sino que es de manera verbal, pero hoy en día ya se ha pasado a los hechos, que es otra cosa”, comenta Ismael Álvarez Caballero, sabanalarguero de 62 años, que suele frecuentar las afueras de la alcaldía municipal para charlar con conocidos.
Para el concejal Fausto Cuentas los hechos violentos en una familia y las denuncias de los mismos es cuestión de cultura.
Miguel García Olmos, pensionado de 72 años, quien advierte que nunca ha sido víctima ni victimario, considera que el machismo ha aumentado en los últimos años en Sabanalarga.
“Esto nunca acaba. Siempre debe haber buena convivencia y ponerse de acuerdo para resolver los problemas, pero parece que no es fácil para muchos”, analizó el hombre, ante la disimulada escucha de mototaxistas.
Durante 9 años Mileidys Sánchez sufrió maltrato por parte del padre de sus hijos, hasta que decidió separase hace tres años. Confesó que al principio aguantó bastantes golpes y que, en últimas, ella también lo agredía para defenderse.