Si en la década de los 70 y 80 el Centro Cívico, situado en la zona céntrica de Barranqulla, era el lugar escogido por personas con problemas depresivos para suicidarse, las torres de transmisión eléctrica son ahora el escenario donde ocurren esta clase de hechos lamentables.
A las 3:30 de la madrugada de ayer, en medio de la oscuridad, una mujer a quien los vecinos de la calle 68 con carrera 1B, barrio Santo Domingo, conocen solo con el nombre de Angie, se subió a lo más alto de una torre de energía del referido sector y amenazó con lanzarse al vacío.
La algarabía de unos jóvenes que se dieron cuenta despertó a los vecinos, quienes de inmediato llamaron a los Bomberos. Una máquina con escalera llegó al lugar. Uno de los bomberos subió y logró convencer a la muchacha de no lanzarse al vacío.
La joven, de unos 26 años, lloraba pero no dijo por qué intentó suicidarse. La llevaron al Hospital de Barranquilla. El pasado 13 de mayo, Víctor Arroyo, de 20 años, se suicidó tirándose desde una torre en Los Olivos.