Cinco años después de que su esposa fuera sometida a una cesárea en el interior de un hospital en el país de Australia, Anil Koppula, quien se convirtió en padre tras aquella ocasión, decidió emprender el camino de una demanda contra el centro médico por una razón que ha sido vista, por lo menos, como insólita.
Koppula afirma que la experiencia de presenciar la cirugía le causó un trastorno que él describe como “psicótico”. A pesar de que el incidente ocurrió hace cinco años, esta historia ha vuelto a la atención pública debido a la demanda presentada por el esposo.
Según informa The New York Post, Anil Koppula argumenta que el hospital alentó o permitió su presencia durante la cesárea de su esposa, lo que le permitió ver los órganos internos y la sangre de ella.
En sus alegaciones, la defensa del demandante afirma que el hospital incumplió su deber de diligencia y, por lo tanto, debe ser responsabilizado por los daños y perjuicios que Koppula afirma haber sufrido como resultado de esta experiencia.
La demanda
La demanda arroja luz sobre la cuestión de la participación de los familiares durante los procedimientos médicos, especialmente en situaciones delicadas como un parto por cesárea. Aunque la mayoría de los hospitales permiten que los seres queridos estén presentes durante el parto, esta historia plantea preguntas sobre los límites de esa participación y las posibles consecuencias emocionales para quienes observan procedimientos médicos.
Por el momento, el hospital objeto de la demanda no ha realizado comentarios públicos sobre el caso. Se espera que el proceso legal se desarrolle en los próximos meses, y el resultado de este caso podría sentar un precedente importante en cuanto a la responsabilidad de los hospitales en casos similares en el futuro.