Caso ‘Fito’ Acosta: un mes después sigue el misterio
Las autoridades no han logrado esclarecer o, por lo menos no lo han hecho público, el presunto plagio del pasado 31 de agosto y, más allá, quiénes fueron los autores.
“Muchas gracias al Gobierno nacional, a la Policía nacional, al alcalde (Char), al general (Botero), al grupo Gaula, a todas las autoridades competentes, a mi esposa y a mis hijos, que hicieron que esto fuera posible…¡Me botaron por insoportable!...”.
Esas fueron las palabras del empresario Rodolfo Miguel Acosta De la Torre, conocido en sus círculos familiares y de amistades como ‘Fito’, una vez retornó voluntariamente a su casa el pasado primero de septiembre luego de permanecer 29 horas por fuera de su casa tras un presunto secuestro extorsivo que, hasta el momento, se encuentra en etapa de investigación.
Pese a que llegó a su hogar solo, las autoridades le pusieron a Acosta una gorra y un chaleco blindado del Grupo Gaula con la leyenda “Gaula Rescatado”.
En su momento, entre la información que aportó a las autoridades y a los medios de comunicación sobre el supuesto rapto, Acosta De la Torre manifestó que había caído en un “falso retén de la Policía” que tenía “motos activas de la Policía, de las nuevas” y dos de los supuestos agentes que actuaron en el momento “tenían prendas de la Policía”. Esos supuestos falsos uniformados, según ‘Fito’, lo esposaron y lo llevaron en su propia camioneta blindada hasta un sector de la vía a Juan Mina.
Además indicó que “siempre estuve en Barranquilla, por los lados de La Pradera. Me soltaron en un barrio cerca y me dieron 20.000 para el taxi. El maltrato fue inicial, pero después fue perfecto”.
Frente a la exigencia económica del supuesto grupo criminal que lo habría raptado, Acosta precisó que “esos detalles son con el Gaula de la Policía”.
Un mes después de ese episodio, registrado por los medios de comunicación desde la amplia terraza de la mansión Acosta, las autoridades no han logrado esclarecer –por lo menos no han lo han hecho público– el supuesto plagio del pasado viernes 31 de agosto en el norte de Barranquilla y, más allá, quiénes fueron los autores. Las únicas pistas las ha dado Katia Barros, esposa del empresario, tal y como reza en la denuncia formal realizada en la URI de la Fiscalía y obtenida días atrás exclusivamente por AL DÍA.
‘Fito’ llegó en un taxi Hyundai Atos, de placas SDU-185 y de una frecuencia satelital. Se bajó de la parte trasera, bien cambiado, se presume que con la ropa con la que había salido el día anterior, saludó a su familia y se dio un beso y un abrazo con Katia, justo en el garaje de la casa. Ella luego exclamó: “¡Gracias Señor, gracias!”. Toda esa acción quedó grabada en un video de 1:25 segundos que se regó como pólvora en redes sociales. Incluso, el material tuvo un momento algo pintoresco, pues quien lo grababa le dijo a Acosta mientras este saludaba a otros presentes en la casa: “¡Saca el Lamborghini! ¡Saca el Lamborghini!, haciendo referencia al lujoso vehículo que posee el empresario.
“Bueno, les voy a pedir…me voy a dar un baño y bajo enseguida”, expresó ‘Fito’ a las personas que lo rodeaban en el garaje.
La movilización
Quien denunció el caso inicialmente a las autoridades fue uno de los hijos de Acosta que llamó al alcalde Alejandro Char. El mandatario, posteriormente, habría ordenado una movilización de las autoridades para dar rápidamente con el paradero del empresario y, de igual manera, hizo pública la situación a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana, general Mariano Botero Coy, aseguró el domingo 2 de septiembre que a partir de la liberación del empresario Rodolfo ‘Fito’ Acosta la institución se iba a dedicar a establecer “si fue un secuestro”.
“Hay que sentar a la víctima y a partir de allí reconstruir todo lo que ha sucedido. Él ha expresado en los medios de comunicación que fue en un puesto de control donde se dio su retención”, dijo el oficial en declaraciones entregadas a la emisora de la Policía.
Según Botero, con el apoyo de la Policía Judicial se estaban reconstruyendo los hechos en los que se mantuvo retenido durante 29 horas al empresario. “La finalidad es que la verdad salga a flote, una vez nosotros tengamos la investigación fortalecida, ustedes serán los primeros en saberlo”, agregó en su momento el comandante de la Mebar.
Sin embargo, este caso parecía tomar un giro desde aquella versión por una nueva que hasta hace unos días dio el comandante.
“La verdad saldrá a flote”, dijo el miércoles 26 de septiembre con algo de malicia en su rostro el general, ante la pregunta sobre qué le pasó en realidad al empresario Rodolfo ‘Fito’ Acosta el pasado viernes 31 de agosto cuando fue abordado a eso de las 7:30 de la mañana por unos supuestos falsos policías en la calle 106 con carrera 53, en el norte de Barranquilla.
Para la Policía, de acuerdo con la entrevista al general Botero Coy, esa información está a sujeta a verificación, pues en las pesquisas, hasta el momento, “se presume que ‘Fito’ Acosta no salió de Alto Prado”. Asimismo, el alto oficial señaló que el taxi que llevó a Acosta hasta su residencia la tarde del sábado primero de septiembre “fue tomado en esa zona”.
Sin embargo, ayer sábado 29 de septiembre el general Mariano Botero Coy manifestó en contacto con esta casa periodística que el empresario Rodolfo ‘Fito’ Acosta sí estuvo en el barrio La Pradera, con relación al caso ocurrido. El comandante reconoció que “el error fue mío al confundir Alto Prado con La Pradera”.
Ahora bien, lo que corrigió el jefe de la Policía coincidió con la declaración que entregó Katia Barros el 2 de septiembre a las 9:00 de la mañana en la URI ante investigadores del Gaula de la Policía y la Fiscalía, sobre los hechos ocurridos el día del supuesto plagio. Ella y su esposo sí fueron trasladados hasta el suroccidente de Barranquilla. De acuerdo con el relato de la mujer a ambos los habrían ocultado en una casa del barrio La Pradera.
Exigencia Millonaria
En la denuncia por secuestro extorsivo agravado, Katia Barros relató que los supuestos secuestradores les mencionaron que venían de la “Oficina de Cali”, y que “necesitaban una colaboración”.
“Cuestionó a mi esposo acerca de cuánto dinero estaría dispuesto a pagar por nuestras vidas, nos quedamos callados y asustados al mismo tiempo, el ‘jefe’ dijo que al ver que no le contestamos nada, nos exigió 5 millones de dólares para no atentar contra nuestra vida”, declaró la mujer sobre el hecho.
“Nosotros no tenemos toda esa plata, le dijo ‘Fito’ al hombre que respondió señalando que él sabía que teníamos ese dinero, a lo que mi esposo insistió que no era cierto, que investigara bien porque esa cantidad de dinero no la teníamos”.
Según las investigaciones, ese monto de dinero no ha sido entregado por la familia Acosta Barros o no se tiene claridad si han dado dinero por el retorno de ‘Fito’.
La Oficina de Cali
Hasta este momento, las autoridades no han dado claridad si existe o no este grupo armado llamado la ‘Oficina de Cali’. Al menos en los registros de prensa no aparece alguna acción criminal ejecutada por esta banda.
El investigador Ariel Ávila, experto en temas de seguridad y vinculado a la Fundación Paz y Reconciliación, señaló en diálogo con esta casa periodística que analistas habían informado sobre un grupo llamado de esta manera, pero la fundación “no ha podido corroborar esa información”.
Lo que ya había dicho Ávila anteriormente a este medio es que en el tema de grupos armados organizados o antiguas Bacrim, el departamento del Atlántico “no tiene un dominio como sí existe en otras zonas de la Región Caribe”.
“En Barranquilla y el resto del Departamento sí hay participación de pandillas que son contratadas por esos grupos armados organizados para la comisión de diversos delitos”, anotó.