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Así fue cómo tres policías se robaron 100 kilos de marihuana que habían incautado
El allanamiento se realizó el 13 de mayo en Soledad, Atlántico.
Hacia las 6:00 de la tarde de este miércoles los agentes de la Sijín adscritos a la Metropolitana de Barranquilla fueron llamados al comando para formar. Los que salían a esa hora de turno también tuvieron que cumplir la orden dada por el general Mariano Botero Coy, comandante de la institución.
Tras dos horas de formación, tres uniformados fueron notificados de unas órdenes de captura que existían en su contra, expedidas por el Juez 12 Penal Municipal, por los delitos de tráfico y porte de estupefacientes, peculado por apropiación y ocultamiento, alteración o destrucción de material probatorio.
Las capturas de los agentes cogió por sorpresa a sus compañeros que no entendían lo que sucedía. Estos fueron identificados como el subintendente Elkin Zamorano y los patrulleros Arnulfo De la Cruz Prieto y Jackson Jair Moreno, quienes son investigados por la Fiscalía 65 de la Unidad de Estructura de Apoyo por la pérdida de 100 kilos de marihuana.
Los arrestos del subintendente y los dos patrulleros fueron realizados por agentes de la Dijín que llegaron de Bogotá para materializar la orden judicial expedida por el juez de control de garantías de esta ciudad.
La investigación contra los uniformados se desprende de la incautación de 230 kilos de marihuana, lograda por agentes de la Sijín el pasado 13 de mayo, la cual se encontraban camuflada en el interior de un vehículo de servicio escolar.
La diligencia de allanamiento y registro se realizó en la calle 48 con carrera 24D, barrio Villa Muvdi, de Soledad.
Investigadores judiciales establecieron que cerca del lugar de la incautación de la droga se encuentra ubicado un plantel educativo, el cual estaba siendo afectado por la venta de estupefacientes a niños, niñas y adolescentes del establecimiento educativo y sus alrededores.
En el operativo no se reportaron capturas y la Policía indicó en su momento que el alijo incautado tenía un valor de $467 millones.
Se conoció que una vez incautados los 230 kilos de marihuana, estos fueron llevados hasta el almacén transitorio de evidencias situado en las instalaciones de la Sijín, donde quedaron bajo custodia, al parecer de los agentes implicados.
El siguiente paso luego de la incautación de la droga, era llevarla a unos hornos en el corregimiento de Juan Mina en los que sería quemada. Así se hizo en un primer intento, pero el objetivo no se pudo cumplir debido a que ese día llovió en ese sector de la ciudad.
En un segundo intento tampoco se pudo destruir el alijo ya que los agentes, en compañía de un fiscal, llegaron a Juan Mina retrasados y los hornos ya se encontraban apagados. Una fuente informó que “posiblemente” en esos dos trayectos fueron “desaparecidos” los 100 kilos de marihuana que estaban a cargo de los agentes capturados.
El coronel Harold Barrera, subcomandante encargado de la Policía Metropolitana, dijo que “son policías que perdieron el rumbo y vamos a continuar con la investigación porque no vamos a permitir, ni a tolerar actos de corrupción en la institución”.
El oficial señaló que una vez notaron el faltante de la droga, iniciaron una investigación en la que se identificó y judicializó a los que se habrían apropiado del alucinógeno.