Un viaje a la memoria de los Montes de María
El Museo Itinerante de los Montes de María es un espacio para recordar los horrores de la guerra como una forma de sanar.
El Mochuelo, haciendo alegoría a la canción de Adolfo Pacheco Anillo que fue grabada por primera vez en el año 1983 por Otto Serge & Rafael Ricardo en su álbum Muy nuestros, empezó, pero ahora en forma de museo, su recorrido por los Montes de María, donde en un enero Joche se lo cogió.
Con este nombre de un ave muy reconocida y que tiene la misma resiliencia de sus pobladores, fue bautizado por el Centro de Memoria Histórica el Museo Itinerante de los Montes de María (MIMM) que estuvo 11 años en construcción y que desde este viernes abrió sus puertas, pero además su camino a recorrer en los 16 municipios tanto de Sucre como de Bolívar que conforman esta zona que fue atacada fuertemente por la violencia.
Un Museo para recordar el dolor como muchos lo han catalogado, fue ideado por líderes y lideresas de esta zona norte de Colombia que consideran que recordar también es sanar con la verdad.
La iniciativa fue apoyada por la Embajada de Francia en Colombia que hizo su aporte representado en 500 mil Euros, unos 1.800 millones de pesos, el aporte más grande que haya hecho hasta hora ese gobierno al postconflicto en Colombia.
El Museo Itinerante de los Montes de María que desde este viernes está en el Carmen, Bolívar, donde fue inaugurado con la presencia de representantes de 70 delegaciones de esta zona y del país, es como una especie de casa de 18 metros cuadrados elaborada en módulos de madera que se arman con facilidad, de allí que pueda moverse para dónde quiera y sea necesario.
¿QUÉ CONTIENE EL MUSEO ITINERANTE?
Este en su interior consta de fotografías, relatos de los hechos victimizantes ocurridos en Montes de María por parte de diversos grupos armados al margen de la ley y más de 50 dibujos a lápiz de la autoría de Rafael Pozzo, un sobreviviente de masacre y quien asegura haber perdonado al desaparecido sanguinario jefe paramilitar Rodrigo Mercado Peluffo, alias ‘Cadena’.
Sobre la simulación de lo que es un árbol cuelgan ruedas en forma de CD que tienen impresos los nombres de 700 víctimas del conflicto, pero en realidad son muchas más porque la zona fue epicentro de 117 masacres y se habla de más de 3.100 muertos y 1.385 desaparecidos forzosamente.
Adicional a ello está un relato, con poblaciones exactas, de donde las mujeres fueron ‘botín de guerra’ al ser víctimas de abusos sexuales por parte de los alzados en armas.
Soraya Bayuelo, una de las líderes de Montes de María, expremio Nacional de Paz y quien hizo parte de este gran proyecto explica que “esta es una iniciativa de las organizaciones sociales y las víctimas, son relatos y memorias con un sentido que es la no repetición de los hechos victimizantes. También es una obra de arte en la que a través de diversas formas nuestra gente relata lo que fue el paso de la violencia por nuestra región”.
SINCELEJO TENDRÍA SU PARQUE DE LA MEMORIA
Las víctimas de Sucre a través de las Tejedoras de la Memoria, le han apostado hace cerca de 8 años a la construcción del Parque de la Memoria del que ya hay diseños, pero no recursos para hacerlo realidad. Al parecer el proyecto irá a un Ocad.
LAS VÍCTIMAS VISIBILIZAN A SUS DESAPARECIDOS
La Red de Mujeres Tejedoras de la Memoria realiza los 5 de cada mes un plantón en el Parque Santander de Sincelejo con las fotografías de sus desaparecidos. Las imágenes ya están opacas y no han encontrado apoyo para renovarlas.