El vacile del “costeño enmascarado” que apoya al Junior desde la distancia
Silvio Herrera, nacido en Ponedera, se reporta desde Chicago (EE. UU.).
El ‘vacile’ barranquillero está prendido.La final entre Junior y Medellín tiene la ciudad prendida, pero ese jolgorio traspasó fronteras y llegó a las lejanas tierras de Chicago (EE. UU.) con un atlanticense.
Se llama Silvio Rafael Herrera Arrieta, pero en las redes sociales es más conocido como ‘el Costeño Enmascarado’, un personaje que a pesar de la distancia, no olvida sus orígenes y a través de sus videos hace que el sabor costeño se sienta en territorio norteamericano.
A suelo norteamericano llegó hace 21 años, procedente de Ponedera (Atlántico), en donde trabajaba como fotógrafo, pero como él mismo lo dice: “la cosa no era por ahí, mi lugar estaba en otro lado”.
“Esto nació hace dos años, para una fiesta de San Valentín en Estados Unidos, el 14 de febrero, que coincidió con los carnavales de Barranquilla. Me puse la camisa del Junior, la máscara de marimonda y salí a la calle, donde la nieve era de 53 centímetros de altura. El video me lo hizo mi primo y ahí empezó todo”, afirma Silvio, de 42 años, vía telefónica desde Chicago.
Apenas dio a conocer su video en las redes, el humorista barranquillero ‘Juanda Caribe’ lo subió a su página web y la gente empezó a conocerlo. Luego la locutora Sandra Escudero impulsó a Silvio para que creara su propio sitio web y el resto es historia.
“A veces estoy cansado, pero las ganas de darle a conocer a todo el mundo el sabor costeño y al Junior, me llevan a hacer un nuevo video. Me escriben de muchas partes del mundo a felicitarme y eso es lo que me da ánimo para seguir en esto, es una vaina bacana”, afirma Silvio, casado con Leticia Herrera y padre de tres hijos.
Actualmente en Facebook (El costeño enmascarado) tiene 5.112 fan y en Instagram (@elcostenoenmascarado) cuenta con 11.400 seguidores.
“Yo no me pierdo un partido del Junior desde el año 82. Antes que no teníamos transmisiones por televisión, compraba una tarjeta telefónica en 20 Pordólares, llamaba a Colombia y escuchaba el partido gracias al gran Édgar Perea”, dice.
Pero el camino de Silvio en Estados Unidos no fue tan fácil de entrada. “Sufrí por el idioma, empecé a trabajar en una fábrica de metales donde me ganaba 5 dólares la hora, pero fui avanzando e hice el curso de inglés, hoy gracias a Dios trabajo con Fedex y soy mi propio jefe, pero todo fue luchado, compadre”, afirma. Este personaje estará hoy haciéndole fuerza a Junior desde la distancia.
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