Historias

Así es un día como tripulante en el Logos Hope, la librería flotante más grande del mundo

En promedio 400 voluntarios ejercen labores como cocinero, administradores, guías o personal de la feria del libro. De esos, 30 son barranquilleros.

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A bordo del barco Logos Hope, se trabajan los siete días de la semana, de 10 a 12 horas que incluyen tiempos de descanso entre turnos.

Hacer del barco una casa o residir en esta ciudad flotante, es una aventura en la que se alistan desde solteros hasta familias.

Cómo es su vida, suele ser una de las incógnitas que intentan resolver los visitantes del barco, una vez toman contacto con quienes residen en él.

Uno de sus habitantes se llama Pavel Martínez, un mexicano de 34 años que desde el 14 de febrero de 2017 arribó a esta embarcación junto a su esposa Melissa Martínez, una estadounidense de 33.

Antes de ser parte de las 400 personas que habitan en el barco,trabajaba como docente en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y hacía labores de voluntariado en una organización sin fines de lucro de su país.

Conozca la historia de Pavel:

En el Logos Hope, Pavel ejerce la labor de oficial de comunicaciones; mientras que su esposa, quien es docente, trabaja en la escuela del barco de la que hacen parte 27 niños, hijos de los tripulantes.

Su rutina como la del resto de sus compañeros, inicia a las 7:00 de la mañana con el desayuno y a las 8:00 a.m. su jornada de trabajo.

En promedio 400 voluntarios ejercen labores como cocinero, administradores, guías o personal de la feria del libro.

“Los turnos de trabajo son de 9:00 a 5:00 y de 4:00 la tarde hasta las 10:00 de la noche”, contó Martínez.

El proceso para ser parte de la tripulación tardó alrededor de 8 meses; uno de los requisitos es dominar el idioma inglés. “La experiencia ha sido increíble y enriquecedora. Poder recorrer el mundo ayudando a otros, vivir y trabajar con personas de más de 65 países diferentes es muy placentero”, relató el voluntario quien ha recorrido 15 países.

En febrero, finaliza su periodo como voluntario del Logos Hope. “Volveremos a México para enriquecer a las personas que están allá con todo lo que aprendimos aquí. Nuestra intención era aprender de la organización”, explicó Pavel quien aprendió de su familia a ayudar sin esperar nada a cambio.

En promedio cinco mil personas visitan diariamente la librería del Logos Hope, desde su llegada a la ciudad el pasado 4 de diciembre.

El 27 de enero el barco partirá hacia Cartagena donde estará por un mes y luego viajará a Guatemala.

Con información de Jesika Millano P.

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