pasó por la Costa Caribe y dejó tras él, en Colombia, más de 20.000 afectados, cientos de familias damnificadas y al menos dos personas muertas. El Atlántico, La Guajira, Bolívar y Magdalena fueron los departamentos más afectados y están a la espera de comida, enseres y reubicación. Para colmo de males, el Centro Nacional de Huracanes registró la formación en el Caribe de la tormenta tropical
Nicole
y existe un 10% de posibilidad de que surja un nuevo fenómeno natural que tendría como nombre
Otto.
Pero, ¿se han preguntado de dónde vienen los nombres de los huracanes? Descubrimos que hay varios orígenes históricos, por ejemplo, durante siglos (y antes de que los europeos conquistaran las Indias), los huracanes eran bautizados –en esa región- dependiendo de la festividad que se celebraba el día posterior en el que el fenómeno golpeaba.
A finales del siglo XIX, fue Clement Lindley Wragge, un meteorólogo australiano, quien empezó a llamar a los huracanes como personas. Dentro de los criterios que utilizó este científico estaba el usar nombres de mujeres, políticos que lo ofendieron o atacaron y nombres históricos y mitológicos.
Ya en la Segunda Guerra Mundial, los pilotos estadounidenses decidieron llamar a los huracanes y ciclones tropicales con nombres de mujeres, bautizándolos con los nombres de sus novias, madres o mujeres cercanas. Esto se formalizó en 1953 cuando el Departamento de Meteorología de los EEUU acordó que las tormentas tropicales deberían ser siempre nombradas como mujeres y en orden alfabético. Así lo consigna Adolfo Marroquín, doctor en Física y meteórologo en su blog especializado
Pero, como era de esperarse, en 1973 un grupo de feministas pidió que se nombraran a los huracanes con los nombres de senadores americanos, por aquello de que son imprevisibles y peligrosos. Entonces, en 1979, y escuchando las justas propuestas de las activistas, se tomó la decisión de alternar entre remoquetes masculinos y femeninos.
Hay que conocer algunas reglas. Cada océano del planeta tiene su propia lista de 21 nombres asignados para cada año, durante 6 años, y esta vuelve a empezar cuando se termina el ciclo y con los mismos nombres. Es decir, los denominados océanos mayores tienen 126 nombres fijos.
Esta es la lista que empezó en 2013 y termina en 2018 para el Océano Atlántico, que es el que más afecta a Colombia y el Caribe.
(En este link están todas las listas de cada océano)
Cuando uno de estos fenómenos es realmente catastrófico se elimina de la lista para que pueda ser identificado en la historia de los desastres naturales. Katrina es un ejemplo de ello, pues a su paso por la costa este de los Estados Unidos dejó más de 1.800 muertos y más de 100 millones de dólares en pérdidas, por eso nunca habrá un fenómeno con ese mismo nombre.
Para que se hagan una idea del poder de los huracanes que salen de la lista por haber marcado un hito, les dejamos este video que recopila la devastación que causó Katrina.