La piscina, ese lugar para descansar, divertirse, refrescarse en un día caluroso o pasar momentos agradables con familiares y amigos. Pero no todo es diversión, este lugar esconde secretos que pueden resultar un tanto desagradables.
El portal BuzzFeed recopiló15 datos sobre qué tan limpia es el agua de la piscina y lo arriesgado que es tragar un poco de agua.
1.
Más personas, más desechos
Las piscinas de hoteles, balnearios y de acceso público son visitadas por cientos de personas al año, mucho más en época de vacaciones. Esta interacción de cuerpos es un caldo de cultivo para compartir bacterias y desechos.
"Debido a que muchas personas entran en las piscinas, hay un enorme potencial de exposición, sucede que hay bacterias que causan enfermedades o agentes patógenos - por lo que un solo grupo pequeño de nadadores puede causar un brote masivo", asegura la doctora Kelly Reynolds, citada por el portal.
2.
Hay muchas cosas (asquerosas) nadando con nosotros
Mucho de lo que suelta nuestro cuerpo en una piscina no le hace daño a nadie, pero está ahí flotando entre el agua con cloro. Heces, sudor, piel, cabello,orina… La lista es larga. :/
3.
¿Es suficiente el cloro?
Es tanto el cloro que se le agrega a una piscina que el olor queda impregnado en la piel luego de nadar. Pero, ¿es suficiente eso para mantener el agua libre de bacterias? Según Reynolds, los niveles de cloro deberían ser controlados cada dos horas para que sea efectivo a la hora de matar bacterias, pero seamos sinceros, en muchas de esas piscinas no ocurre.
4.
El bronceador no ayuda mucho a mantener limpia la piscina
Muchos de los productos que usamos a la hora de entrar a la piscina, ya sea acondicionador, champú, bronceador y protector solar, ayudan a que el cloro pierda más rápido su efecto y deje de matar las bacterias.
5.
Podríamos estar nadando en caca
Según la experta en salud, "en una piscina, hay varios kilos de heces derramadas en el agua al final del día”. La razón es que todos tenemos heces residuales en nuestro cuerpo que se desprenden cuando estamos en el agua. Los adultos lanzan en promedio 0,14 gramos de materia fecal y un niño 100 veces esa misma cantidad. Si multiplicamos eso por el número de personas que están en la piscina durante el día el resultado es asqueroso.
6.
Los invitados indeseados a la piscina
Después de leer lo anterior, deben saber que la materia fecal tiene en su interior bacterias como E.Coli, Shigella, Campylobacter y Vibrio. También es el hogar de virus causantes de la hepatitis A, Fiebre tifoidea. Muchas de estas enfermedades pueden estar presentes en una persona y no causarle daño, pero puede causarle mucho daño a otro huésped que haya compartido un chapuzón.
7.
Por eso es que no deben orinar en la piscina
El cloro puede acabar con las bacterias presentes en la orina, pero el exceso de esta misma causa que se disminuyan los niveles de cloro dejando la piscina desprotegida contra otras bacterias.
8.
Por favor, báñense siempre antes de nadar
Si ustedes son de los que creen que es innecesario ducharse antes de entrar a la piscina, están muy equivocados. Entrar a nadar sin bañarse permite que más bacterias y desechos del cuerpo se conviertan en ingredientes de ese caldo humano.
9.
Todos los bebés a la piscina de niños
Las piscinas para bebés son necesarias pues, según Reynolds, los pañales de natación no sirven para absolutamente nada. “hemos hecho innumerables estudios que utilizan arena y colorante de alimentos y sabemos que todo esto se filtra de los pañales, no importa qué”.
10.
Si estuvieron enfermos del estómago hay que esperar unos días para nadar
Una persona que haya estado enferma de diarrea y entre a una piscina sigue expulsando los patógenos que causaron la enfermedad. Solo hasta dos semanas después de haberse curado puede entrar a una piscina, lo advierte el estudio publicado por el Centro y Control de Enfermedades de los Estados Unidos.
11.
Los niños casi siempre dejan regalos en la piscina
Si creyeron que los niños solo hacían pipí en la piscina están mal informados. Según la experta consultada por BuzzFeed, los niños también hacen popó en la piscina y mucho. Al finalizar el día los limpiadores recogen bastantes regalos dejados por los pequeños.
12.
Un parásito peligroso e inmune al cloro
El Cryptosporidium, un parásito que causa diarrea grave, que puede durar semanas y es resistente a antibióticos está presente en el agua de muchas piscinas, según la doctorora Reynolds. Lo grave es que esta mortal bacteria es inmune al cloro con el que se limpian estos lugares de diversión.
13.
Preocúpense cuando ingieran agua
Si ustedes son de los que odian tomar agua de la pluma y deben hervirla varias veces antes de considerarla limpia, entonces ¿por qué cuándo se lanzan a la piscina y toman agua no se vuelven locos? Según la médico Kelly Reynolds, solo es necesario ingerir un poco de agua contaminada para enfermarse.
14.
Los ojos rojos no son por el cloro
Muchos salen de la piscina con los ojos rojos y es común que culpen al cloro. El verdadero culpable es la Cloramina un compuestos que, según un informe publicado por El Mundo.es, nace por una reacción química entre el cloro de la piscina y el amoníaco presente en la orina humana. En la publicación se afirma que este compuesto puede ser culpable del asma y algunas enfermedades para la piel.
15.
Las pisicinas populares aumentan el riesgo de enfermedad
Entre más populares se vuelven las piscinas, más probabilidad hay de que los usuarios se enfermen y se produzca un brote de alguna enfermedad. Por ejemplo, Reynolds dice que hubo 78 brotes documentados en el último año en 31 estados de los Estados Unidos, y el 74% de esas piscinas contenía el ‘cloro adecuado’ para su funcionamiento.
Esto no es una invitación a dejar de usar las piscinas o a que se conviertan en paranoicos que ven bacterias en todos lados, solo piénsenlo dos veces antes de tomar agua o abrir la boca cuando quiera darse un chapuzón.
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