Durante décadas los deportistas afroamericanos no solo han tenido como gran enemigo el cronómetro o los componentes del equipo rival. Puño en alto o arrodillados mientras suena el himno nacional, los deportistas afroamericanos llevan décadas mostrando su frustración y rabia ante la discriminación racial y la violencia policial en Estados Unidos. Su última protesta ha provocado la momentánea suspensión de la NBA, decisión finalmente revocada.
Este no es el primer boicot que sufre la liga profesional de baloncesto estadounidense. En 1961 una de sus grandes estrellas, Bill Russell, y otros jugadores de color de los Boston Celtics se negaron a jugar un partido de exhibición en Lexington (Kentucky) después de que un restaurante de la ciudad les negara el servicio.
Un suceso similar, aunque en esta ocasión con el fútbol americano como protagonista, tuvo lugar en 1965 en Nueva Orleans, donde iba a celebrarse el partido de las estrellas de la ya desaparecida American Football League (AFL).
Los jugadores negros que formaban parte de los equipos del Este y del Oeste fueron recibidos con hostilidad y, al igual que cuatro años antes, se les negaron los servicios de diferentes negocios, incluidos los taxis desde el aeropuerto. Con el apoyo del resto de jugadores blancos presionaron para no celebrar el partido en la ciudad de Nueva Orleans, que finalmente se disputó en Houston (Texas).
La negativa del boxeador Muhamad Ali de luchar en Vietnam fue respaldada por grandes figuras del deporte afroamericanos como el jugador de fútbol americano Jim Brown, o los baloncestistas Bill Russell o Lew Alcindor -luego conocido como Kareem Abdul-Jabbar-, entre otros, que aparecieron en público en Cleveland el 4 de junio de 1967. Finalmente el púgil fue sentenciado a cinco años de prisión y se le retiró el título de campeón de los pesos pesados.
Uno de los gestos más icónicos en la lucha contra la discriminación racial fueron los puños levantados de los atletas Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos celebrados en México en 1968. Tras recibir las medallas de oro y de bronce en los 200 metros, ambos alzaron el puño enfundados en guantes negros y se descalzaron con calcetines también negros mientras sonaba el himno de su país.
En 1970 nueve jugadores afroamericanos del equipo de la universidad de Siracusa se retiraron de la concentración para protestar contra la discriminación racial en el campus. El grupo, conocido incorrectamente como los ‘8 de Siracusa’, presentó una serie de reivindicaciones de mayor igualdad en el trato además de una mayor diversidad entre las personas encargadas de entrenar a los jugadores.
En protesta por la muerte de Trayvon Martin, un adolescente negro que perdió la vida en Florida por los disparos del coordinador de vigilancia del vecindario cuando visitaba a unos parientes, los miembros de los Miami Heat, incluyendo a Dwyane Wade y LeBron James, se pusieron sudaderas con capucha antes de un partido de la NBA el 24 de marzo de 2012.
La jugadora de baloncesto de Knox College, Ariyana Smith, entró en la cancha de su equipo con las manos levantadas, y luego permaneció en el suelo durante cuatro minutos y medio el 29 de noviembre de 2014. Con su acción simbolizaba las horas 4 horas y media en las que el cuerpo de Michael Brown permaneció en una calle de Ferguson (Missouri) después de ser tiroteado por la policía. El gesto de levantar las manos fue repetido por cinco jugadores negros del equipo profesional de fútbol americano St. Louis Rams en un partido contra los Oakland Raiders.
La estrella de la NBA LeBron James fue uno de los jugadores que vistió una camiseta con el lema “I Can't Breathe” (no puedo respirar) durante el calentamiento de sus partidos en diciembre de 2014. El lema hacía referencia a las últimas palabras pronunciadas por el afroamericano Eric Garner, fallecido mientras se encontraba bajo custodia de la policía de Nueva York el 17 de julio de 2014.
Al inicio de un partido de fútbol americano entre los Cincinnati Bengals y los Cleveland Browns el 14 de diciembre de 2014, el jugador de los Browns, Andrew Hawkins vistió una camiseta que decía “Justicia para Tamir Rice y John Crawford”, dos jóvenes negros que habían muerto recientemente a manos de la policía de Cleveland.
Jugadoras de la WNBA, la liga profesional de baloncesto femenina, vistieron en julio de 2016 camisetas en apoyo al movimiento Black Lives Matter en protesta por la violencia policial contra ciudadanos afroamericanos.
El jugador de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick, escuchó arrodillado el himno nacional antes de un partido de su equipo celebrado el 26 de agosto de 2016. Su gesto provocó una gran controversia y el jugador fue acusado de no mostrar respeto ante los símbolos nacionales. Kaepernick declaró tras el partido “no voy a levantarme para mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a los negros y a la gente de color”.
Después de la muerte de George Floyd el 25 de mayo de 2020 en la ciudad de Mineápolis (Minesota), muchos deportistas, incluidos blancos y en diferentes países, imitaron el gesto de Kaepernick, y lo han convertido en un símbolo de la lucha a favor de los derechos de la población negra de Estados Unidos.