
Árbitro de la final de la Copa del Rey, rompe en llanto tras "efectos" de videos de Real Madrid TV
De Burgos reflexionó en rueda de prensa sobre el arbitraje y se sintió afectado personalmente justo antes del partido decisivo entre el Barcelona y Real Madrid.
El árbitro vasco Ricardo De Burgos Bengoechea, encargado de dirigir este sábado la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid, expresó con lágrimas la tristeza que le causan las críticas difundidas por Real Madrid Televisión contra el colectivo arbitral.
De Burgos lamentó que estas acusaciones afecten incluso a las familias de los árbitros, señalando que “los hijos de mis compañeros escuchan en el colegio que sus padres son ladrones”.
Durante la rueda de prensa previa al partido, que se disputará en el Estadio La Cartuja, de Sevilla, el árbitro reconoció lo duro que es soportar las acusaciones que reciben muchos de sus colegas, especialmente por parte del club madridista.
🎙️ "Lo que hago es intentar educar a mi hijo para decirle que es honrado, pero que se equivoca como una persona más".
— RFEF (@rfef) April 25, 2025
➡️ "Quiero que mi hijo esté orgulloso de lo que es su padre".
🗣️ Ricardo de Burgos Bengoechea, árbitro principal.#CopaDelReyMAPFRE | #LaCopaMola🏆 pic.twitter.com/GzxSTCsvl9
Confesó que ha tenido que explicarle a su propio hijo que, aunque pueda cometer errores, es una persona honrada y que se esfuerza en su labor.
“Cuando un niño llega al colegio y otros le dicen que su padre es un ladrón, es muy difícil de asimilar. Intento educar a mi hijo para que se sienta orgulloso de que su padre es honesto y un deportista más. Cuando deje el arbitraje, quiero que él recuerde eso”, afirmó De Burgos, quien también destacó que esta situación no solo afecta a los árbitros profesionales, sino a muchas familias vinculadas al fútbol base.
En la misma comparecencia, el colegiado bilbaíno aprovechó para elogiar al presidente del Comité Técnico de Árbitros, Luis Medina Cantalejo, a quien calificó como su “padre arbitral” y con quien se comprometió a trabajar con total entrega, al igual que el resto del equipo arbitral del fútbol profesional.
Sobre el partido, De Burgos reconoció la responsabilidad que implica dirigir un encuentro de tanta trascendencia: “Enfrento este Barcelona-Real Madrid con la preocupación de hacerlo bien y no defraudar a quienes me han designado para el partido más importante de la temporada”.
El árbitro, de 39 años, destacó además el privilegio de estar en Sevilla, una ciudad que “respira fútbol” y cuenta con dos aficiones apasionadas. También advirtió que, dada la velocidad y técnica de ambos equipos, “habrá jugadas polémicas y situaciones interpretables, especialmente dentro del área, lo que complica nuestra labor”.
Finalmente, subrayó que el encuentro tiene todos los ingredientes para ser un partido emocionante, aunque reconoció que el ritmo intenso puede generar momentos difíciles para el arbitraje.