Digamos que trabajamos como mínimo 8 horas diarias. De lunes a sábado son 48 horas semanales que se traducen en más de 1.400 horas al mes. Todo esto contando solo si trabajáramos diariamente con un horario de oficina, sin incluirle las horas extras –que además no son pagas–.
No es fácil encontrar el trabajo de tus sueños y, en la mayoría de veces, hay algún factor que influye negativamente nuestra estancia en el lugar; quizásun jefe difícil, compañeros insoportables, colegas con envidia y muchos otros ejemplos de lo que significa la vida laboral. Es por esta razón que es tan importante que nos sintamos cómodos con nuestra labor y que valga la pena todo el esfuerzo.
S Moda publicó un análisis sobre algunos aspectos de nuestro trabajo y concluyó que existen algunas señales que deben servir de alerta para buscar un nuevo empleo. Si usted se siente identificado con alguno de estos ítems, debería considerar empezar esa búsqueda.
1. No hay posibilidad de crecimiento dentro de la empresa.
Poder desarrollar todo nuestro potencial a nivel profesional es lo ideal dentro de una organización. El hecho de que la empresa te genere oportunidades de crecimiento y poder ir escalando niveles dentro de la misma, es supremamente importante para el empleado. No todas las empresas brindan esta oportunidad, por lo que muchas veces, para poder escalar, es necesario cambiar de trabajo y ocupar un puesto más alto en otra empresa distinta.
Si por el contrario decides quedarte podrías estancarte y tu progresión como profesional se detendrá. No asumirás nuevas responsabilidades y pensarás que puedes estar perdiéndote la oportunidad de ganar mejor por lo que ya has aprendido, y el chance de seguir creciendo. Bien, quizás sea hora de un nuevo reto.
2. Te sientes frustrado.
Esto es normal dependiendo de las medidas y qué tan seguido se dé. Es normal que algún compañero nos incomode, o que tu jefe haya olvidado recordarte tener listas aquellas gráficas y luego fuiste tú el que quedó mal ante la junta o un cliente que pide cosas que parecen imposibles… todos estos inconvenientes hacen parte de la vida laboral. El problema es cuando se da muy seguido y una tras otra. Si vives situaciones así diariamente, poco a poco crearás un pensamiento negativo sobre tu trabajo y no querrás ni siquiera levantarte en las mañanas para volver a lo mismo todos los días. Si te quejas más de lo que agradeces, es hora de un cambio.
3. Siempre están improvisando.
Si en el lugar donde trabajas no tienen una meta clara y una estrategia que cumplir, quizás no sea no sean tan buena organización después de todo.Si hay una estrategia planteada significa que hay un camino el cual seguir y, aunque puede modificarse en el recorrido, será más fácil para el empleado seguir las instrucciones de su labor. Esta situación se vive frecuentemente en las empresas familiares en las que hay muchos dueños y realmente no hay mucho orden. Cuando sientes que no hay un método para hacer las cosas sentirás frustración porque el problema no eres tú.
4. No son agradecidos con tu trabajo.
¿Sientes que te esfuerzas y das lo mejor de ti pero tus superiores solo ven lo malo? Le pasa a muchos. Para algunos jefes es difícil reconocer que haces un buen trabajo pero es realmente fácil identificar cuando te equivocas, no dejan pasar ni una. Es desmotivante trabajar solo para no equivocarte y para que tu jefe no te regañe, si es el caso, entonces estás rodeado de un ambiente laboral ingrato.
5. Se presentan muchos altercados.
Sabemos que la convivencia es complicada. Tratar con diversas personalidades y compartir obligatoriamente con esas personas más que con tu propia familia en medio del estrés laboral y de mucho trabajo no es nada fácil. Es por eso que en ocasiones es normal tener algún tipo de altercado o rencilla con tus compañeros. Sin embargo hay algunos que parece que se dedicaran a exclusivamente a eso. Alguien que le guste hablar de más o que encuentre diversión en fastidiar a otros, puede ser una piedra en el zapato. Te darás cuenta de que estás dando vueltas en círculos y en este punto debes colocar una balanza entre los pro y los contra.
6. No te sientes informado.
Uno de los más importantes retos, sobre todo en empresas grandes, es que el empleado se sienta parte de. Cuando hay tantas personas trabajando por una finalidad y hay tantos procesos internos y externos que se están desarrollando al mismo tiempo es primordial tener un buen mecanismo de comunicación interna y externa para que los trabajadores estén al tanto de todo lo que tiene que ver con la empresa. A veces el fallo en la comunicación es directo entre jefe y subalterno al no recibir instrucciones precisas o los detalles suficientes para desarrollar una tarea. Y luego resulta que te regañan por no ser proactivo. Pero no puedes ser proactivo si no te informan correctamente sobre la tarea que te han asignado. Si el líder falla, tú también, así que quizás tu jefe no esté haciendo las cosas correctamente y puede que eso no cambie. Es mejor buscar otros rumbos.
¿Qué opinas? ¿Crees que es el momento de renunciar?