¿Qué Pasa?

El Sebastían, el lamento que Shakira bailó en el Super Bowl

Conozca la ruta picotera de esta canción interpretada por Syran M’Benza.

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Mientras Shakira con su sensual movimiento de caderas al son del Waka Waka hacía delirar a los asistentes al Hard Rock Stadium de Miami, y a millones de televidentes que apreciaron su show en el Super Bowl, la música se detuvo bruscamente para darle paso a las agitadas notas de una guitarra. El ritmo, para muchos, quizá era desconocido, pero en nuestra costa Caribe, seguramente, más de uno reconoció los compases de Icha, también conocido con el piconema El Sebastián, interpretado por el legendario vocalista y guitarrista congoleño Syran M’Benza.

Esta canción, como se dice en el ambiente verbenero, es un ‘batazo’ que desde su llegada a tierras costeñas en 1991 ha agitado los pies de diferentes generaciones, y ahora, según contó en exclusiva a AL DÍA Manuel Reyes Bolaños ‘Manerbo’, investigador cultural y representante de figuras como el guitarrista congoleño Lokassa Ya M’bongo, despierta el interés en el continente europeo, desde donde ya lo han contactado para hacer una gira con “el que canta el disco que bailó Shakira”.

“Esto ha sido muy llamativo, y yo que manejo artistas africanos para América y parte de Europa, ya he recibido llamadas para contratarlo. La idea es hacer una gira en conjunto con Syran M’Benza, Mr. Black y Yuranis León. Ya míster ha estado en varios países europeos y la idea es que la música africana y la champeta tomen un nuevo impulso, este es su momento, Shakira los visibilizó ante el mundo”.

Luego del ovacionado espectáculo que ofreció Shakira junto a Jennifer López, a nivel de redes sociales surgieron dos interrogantes: ¿quién enseñó a la barranquillera a bailar Soukous? y ¿cuál era la canción que acompañó su puesta en escena?. Los internautas comenzaron a despejar estas incógnitas y popularizaron a la soledeña Liz Dany Acosta Díaz ‘la profe’ de baile y al congoleño Syran M’Benza, intérprete de Icha.

Lo primero que hay que decir sobre la canción es que hace parte del álbum Symbiose: With the best of París (Simbiosis: con lo mejor de París) que salió al mercado en 1990. Para su producción, Syran M’Benza convocó a un grupo de estrellas que hicieron de este tema, que dura 5:17 minutos, una verdadera descarga de sabor. Ellos son los reconocidos guitarristas: Lokassa Ya M’bongo, Bopol Mansiamina, Dally Kimoko y Diblo Dibala.

Esta propuesta hecha por estos genios del Soukous fue grabada en plena capital francesa que históricamente se ha dejado contagiar por los ritmos africanos como el Higlife, la Rumba, Afrobeat, Kwaito, el Soukous, entre otros.

DESDE NUEVA YORK PARA LA VERBENA

El encargado de descubrir esta joya musical y ponerla a consideración del público costeño fue el cartagenero David Borrás, quien en la década noventera fijó su residencia en Nueva York. Allí se desempeñaba como corresponsal musical de varios picós, su trabajo consistía en pasar horas en las discotiendas escuchando música que según su oído podría ser un éxito en ciudades como Barranquilla y Cartagena. “Vivía metido en la extinta tienda Shikulu Records, ubicada en el barrio de Harlem-Calle 125. El propietario era africano y traía muchos álbumes de Francia, Inglaterra y el sur de África, así que rebuscando entre tantos elepés me pude fijar en Icha, una canción que tiene una melodía muy alegre, una guitarra muy limpia y sabrosa para bailar. Además, la voz de Syrem es muy afinada. En esa época los temas africanos eran muy largos, duraban hasta 15 minutos, pero con Icha empezamos a cambiar el concepto, y con más seguidillas de espeluque, la gente podía gozar con mayor intensidad de una pista”, explicó en dialogo con este medio Borrás, quien agregó que el álbum le costó tres dólares.

A mediados de 1991 envió dos copias, una para los disjockey de su picó El Pionner, de Cartagena, y otra para Álvaro Rodríguez, el popular Caimán, propietario de El Gran Freddy, máquina musical del barrio Santo Domingo, en Barranquilla. A este se lo vendió por 30 mil pesos y lo comenzó a imponer por los barrios del Suroccidente bajo el piconema El Sebastián. Sobre este singular aspecto, Hernán Ahumada ‘Raspaito’, quien era el picotero de El Gran Freddy, contó que dentro de la cultura picotera siempre se bautizan las canciones africanas por onomatopeya. “Si hay una palabra que se asemeja a nuestra lengua, entonces ese era el nombre que le dábamos, especialmente porque los títulos en africano son muy largos y difíciles de pronunciar. También se adoptan los piconemas para proteger la exclusividad del acetato y si alguien lo quiere obtener, le es mucho más difícil. En este caso a Icha le pusimos El Sebastián, porque en el minuto 3:18 el cantante parece decir ‘Sebastián’, antes de eso Syram dice ‘A e i o u’, por lo que el dueño del picó le quería poner ‘Las vocales’, pero ya el picó El Parrandero tenía un éxito con ese nombre, y finalmente lo dejamos así”.

Con la asesoría de Manuel Reyes y Lucien Bokilo, cantante y figura emblemática del grupo Soukous Stars, logramos traducir apartes de Icha, canción grabada en lingala, lengua bantú (predominante en el Congo).

“Papá Icha ayúdame a sobrevivir/ Estoy llorando/ Ellos rompieron, destruyeron mi corazón/ Mis sentimientos de felicidad están en problemas ahora/ Todos los huesos de mi cuerpo están sufriendo, están en pena/ Papa Icha ayúdame a sobrevivir/ Temprano en la mañana vengo donde ti buscando ayuda/ Buscando Consuelo, soporte/ Papa Icha dame soporte emocional/ Dame dinero, para sobrevivir con mis niños”.

EL ELEGIDO PARA LLENAR BAILES

Ahumada recordó que el tema lo estrenaron en el teatro Santa María, del barrio Santo Domingo, donde se hacían bailes populares, y que gustó mucho. “Se llenó la pista enseguida y pedían que lo repitiera. Cuando la propuesta no gusta, la gente se queda en las mesas. El Sebastián era un tema obligado para llenar los bailes en barrios como Santa María, La Manga y Rebolo; en Ciénaga era el elegido para ‘mover el torniquete’, si el baile estaba vacío, entonces lo poníamos de seguido y al rato teníamos la pista llena”.

Posteriormente, Borrás, quien también fue el encargado de dar a conocer por nuestras tierras El Zangalewa o El Militar, tema que Shakira bautizó como El Waka Waka, envío otras copias a picós como El Rojo, que lo terminaron de impulsar a nivel verbenero. “Tengo la fortuna que dos de las muchas canciones que envíe a Colombia han captado la atención de Shakira y hoy el mundo entero las baila”.

Osman Torregroza, quien también ha traído mucha música a la verbena, contó que el picó El Timbalero terminó de consolidar este hit. “En el baile La Gustadera que organizábamos en Las Nieves, este picó lo ponía y se desataba la locura. Incluso los jueves para calentar la máquina lo programaba y la gente llegaba en grupos a escucharlo, es un clásico que ahora se reactivó con esto que hizo Shakira”.

A su turno, el coleccionista musical Carlos Mario Mójica, conocido como Don Alirio, explicó que Barranquilla y Cartagena se han convertido en puntos geográficos claves para la música africana, pero que lo hecho por Shakira es vital para que el mundo entero la conozca. “Por Puerto Colombia ingresaron buques cargados de música no solo africana, también afroantillana, portuguesa y europea que constituyeron el pentagrama verbenero, ahora el mundo se está dando cuenta de lo rico que somos no solo por nuestro folclor, sino por la cantidad de ritmos que acogimos. En lo particular se me han abierto las puertas, y el 15 de mayo realizaré un tour por Europa que inicia en Madrid, sigue por Berlín, Turín, Salerno, Napolés, París y culmina en Barcelona el 5 de junio, por allá estaré programando lo mejor de nuestra música verbenera”.

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