La pesadilla en la casa Smurl

Para los Smurl, todo comenzó de manera casi absurda: una inundación en su antigua casa los obligó a mudarse en 1973 a una vivienda dúplex en West Pittston, un tranquilo suburbio de Pensilvania. Nada parecía fuera de lo normal, pero pronto lo cotidiano se transformó en pesadilla.

Jack y Janet Smurl, junto a sus hijas y los padres de Jack, comenzaron a notar cosas extrañas: golpes en las paredes, olores nauseabundos sin explicación, electrodomésticos que se dañaban sin motivo y voces que parecían surgir de la nada.

A medida que pasaban los años, los fenómenos se intensificaron. Una sombra negra recorría los pasillos. Una figura se aparecía en la habitación de las niñas.

Las manifestaciones no se limitaron a ruidos o apariciones. Jack denunció haber sido agredido sexualmente por una fuerza invisible. Janet fue arrojada contra la pared por una entidad que no podía ver.

La situación llegó a tal punto que la familia buscó ayuda en todas partes, desde sacerdotes hasta psicólogos, pero nadie tenía respuestas. Fue entonces cuando entraron en escena Ed y Lorraine Warren, los famosos demonólogos conocidos por sus investigaciones en casos como Amityville y Annabelle.

Cuando los Warren llegaron, aseguraron que la casa estaba infestada por no uno, sino cuatro espíritus: una mujer anciana, una joven hostil, el fantasma de un hombre que había vivido allí... y una entidad demoníaca. Según Lorraine, la atmósfera en el lugar era “pesada, sofocante, maligna”.

Se realizaron múltiples exorcismos, algunos documentados por medios locales, pero el mal parecía aferrarse con uñas y dientes. Los Warren nunca lograron erradicarlo por completo. Para muchos, este fue uno de los pocos casos que escapó a su control.

¿Verdad o sugestión colectiva?

Como suele suceder en estos relatos, hubo escepticismo. Algunos vecinos dijeron no haber visto ni oído nada. Un sacerdote local aseguró que todo podía explicarse por “estrés familiar”. Sin embargo, los Smurl juraron hasta el final que todo fue real. En 1986, contaron su historia en el libro The Haunted, que más tarde fue adaptado en una película para televisión.

Hoy, casi cuatro décadas después, este caso vuelve a tomar forma en la pantalla grande con El Conjuro: Últimos Ritos, la cuarta entrega de la saga que narra los archivos sobrenaturales de los Warren. Ambientada en 1986, la película revive la experiencia de los Smurl y promete ser el capítulo más oscuro y aterrador de la franquicia.

“Esta fue una batalla que casi no ganamos”, diría Ed Warren en una entrevista años después.