Lo que parecía ser una agradable tarde de pesca se convirtió en una pesadilla para seis jóvenes del municipio de Baranoa. A las 2:00 de la tarde del pasado martes los muchachos llegaron a una represa situada diagonal a la finca El Diamante, en la vía Polonuevo-Baranoa. Descendieron de sus motocicletas y se sentaron en la orilla del embalse para pescar, pero durante la faena que practicaban por hobbie cada semana, fueron atacados por un enjambre de abejas.
Acorralados por miles de insectos que los aguijoneaban sin clemencia, decidieron lanzarse al agua y aguantar la respiración en la profundidad. Pero cada vez que emergían para tomar oxígeno, eran nuevamente atacados. Manotazos iban y venían, y el cuerpo de Kevin Camilo Villadiego De la Cruz, de 19 años, agotado por el dolor de las picaduras y el estrés de sobrevivir, se hundió y no pudo volver a salir. Los otros cinco jóvenes pudieron resistir y salvarse.
El incidente ocurrió a las 2:00 de la tarde del pasado martes, y a las 7:30 de la mañana de ayer familiares de Villadiego De la Cruz, rescataron el cuerpo sin vida a ocho kilómetros del lugar de los hechos y lo trasladaron al Hospital de Baranoa.
Uno de los jóvenes heridos mientras recibía atención médica en el Hospital de Baranoa.
Los otros cinco jóvenes, que responden a los nombres de Darío Roa, Pedro Rada, Leonardo Cantillo, Antonio Ramos y Jair Bujato, fueron atendidos en el centro de salud antes mencionado, debido a las picaduras. Kevin Villadiego, residía en la calle 19 No. 21-60, barrio Guayabal, municipio de Malambo.
Era único hijo y hacía un año había culminado el bachillerato en el colegio Francisco José de Caldas.“Él solo había ido dos veces a pescar, lo hacía por deporte al igual que sus amigos porque no tenía necesidad de eso”, dijo el padre de la víctima, David Villadiego, quien agregó que en otras oportunidades le había llamado la atención a su hijo por ese motivo.
Por último David Villadiego denunció que ninguna autoridad policial se hizo presente en el lugar para rescatar al joven.