Juez que antes concedió domiciliaria a Emilio Tapia ahora le otorgó libertad condicional
La decisión generó cuestionamientos y motivó una investigación disciplinaria.
El empresario Emilio José Tapia Aldana, condenado por hechos de corrupción, salió de la Penitenciaría El Bosque de Barranquilla luego de que un juzgado le concediera la libertad condicional para terminar de cumplir su pena. La determinación fue adoptada por la jueza Primera de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Barranquilla, Claribel Onisa Fernández Castellón, la misma autoridad que meses atrás le había otorgado el beneficio de detención domiciliaria.
Tapia cumple una condena superior a seis años de prisión por su participación en el escándalo conocido como el caso Centros Poblados, además de otros procesos relacionados con corrupción. Al momento de la decisión, había descontado más de cuatro años de su sentencia, lo que permitió que su defensa solicitara beneficios contemplados en la ley.
La concesión inicial de la domiciliaria fue apelada por la Procuraduría General de la Nación, que advirtió que el condenado no cumplía los requisitos para acceder a ese tipo de medidas, debido a la gravedad de los delitos y a hechos cometidos mientras se encontraba privado de la libertad. A pesar de esos reparos, el juzgado avanzó posteriormente en la autorización de la libertad condicional.
El fallo provocó una reacción inmediata de los organismos de control. La Comisión Seccional de Disciplina Judicial del Atlántico abrió una investigación contra la jueza para establecer si su actuación se ajustó al marco legal y a los criterios exigidos para conceder beneficios penitenciarios.
El caso reavivó el debate sobre la aplicación de este tipo de medidas en procesos de alto impacto social, especialmente cuando se trata de personas condenadas por corrupción.
Sectores jurídicos y autoridades de control insisten en la necesidad de revisar con mayor rigor este tipo de decisiones para evitar afectaciones a la credibilidad del sistema judicial.
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