Stephen Barbee es un hombre de 55 años que fue condenado a morir en la silla eléctrica este miércoles 16 de noviembre, sin embargo, su defensa apeló a la decisión con un sorpresivo argumento.
Tras asesinar a su novia en estado de embarazo y a su hijo de 7 años asfixiándolos en el año 2005, el sujeto fue encarcelado, y recientemente, se había dictaminado que las autoridades lo ejecutaran de la forma antes mencionada este miércoles 16 de noviembre.
Con lo que no contaba la justicia de Texas, Estados Unidos, es que el abogado del asesino encontraría un vacío en su reglamento, que usaría a favor para que su representado no muriera de esta forma.
A la Corte Suprema de EE.UU no le quedó de otra que suspender la muerte en silla eléctrica del hombre luego de que los abogados citaran el apartado donde a los estados del país le tocaba flexibilizar su forma e ejecutar a los reclusos respetando su creencia religiosa.
Al parecer en la religión de la que el condenado dice ser seguidor, al momento de la muerte de sus feligreses, un líder espiritual debe rezar con él e imponerle las manos, lo cual no es posible en una potencial muerte de silla eléctrica, porque se pondría en riesgo la integridad del religioso, quien es completamente inocente.
Es por esto que Kenneth Hoyt, juez federal de distrito en Houston, emitió un comunicado señalando que Barbee solo podía ser condenado si se publicaba toda una política sobre los derechos religioso de los reclusos bajo estas condiciones, cosa con la que Texas, lugar de los hechos, no cuenta.
Sin embargo, la petición de aplazar por 4 meses la decisión sobre la muerte del asesino, fue rechazada por la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE.UU, por lo que finalmente el encarcelado sí será ejecutado por el crimen de su novia embarazada y su hijo de 7 años, pero de otra forma.
La ley del país norteamericano decidió que una inyección letal fuera la encargada de que en los próximos días Stephen Barbee parta de este mundo y pueda hacerlo junto a las costumbres religiosas que alega profesar.