Pocas cosas nuevas se vieron durante la ceremonia de la segunda firma del acuerdo de paz entre la guerrilla de las Farc y el gobierno colombiano. Pero lo que pasó después de la transmisión en vivo no fue necesariamente soso.
Cuando se cortó la señal institucional, un numeroso grupo de asistentes al Teatro Colón se acercó a saludar al presidente Juan Manuel Santos y a Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”. Entre esa euforia por el “Sí se pudo”, que se oyó en el recinto tras el estrechón de manos entre los máximos negociadores, algo llamó la atención de varios de los presentes y en especial de un fotógrafo de El Tiempo que logró capturar el momento exacto en el que el senador Armando Benedetti (Partido de la U) se toma una selfi con el jefe de las Farc, como quien se topa con una estrella de teatro al final de la función.
Carlos Ortega de El Tiempo / Otras atribuciones: AFP
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La foto, por el momento crucial que acababa de tener lugar, a decir verdad tiene su valor histórico, pero como era de esperarse, la lluvia de críticas al congresista barranquillero se volvió rápidamente un aguacero. Basta ver los comentarios en Twitter.
Por ahora, no es la selfi con Timochenko la mayor preocupación de Benedetti, pues esta semana fue señalado por los delitos de falsedad ideológica y material en documento público, falsedad material en documento privado, prevaricato por acción y peculado por apropiación.
Este jueves
la Fiscalía envió copias compulsadas a la Corte Suprema de Justicia para investigarlo por caso de defraudación del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales
del Magisterio en el departamento de Córdoba.
En su defensa, el senador dijo: “Aquí crearon docentes solicitantes, unos abogados con demandas falsas, unos funcionarios que daban documentos públicos para esas demandas, unos jueces de los municipios que se hicieron los de la vista gorda cuando entregaban ese tema y unos que decretaron un embargo y los embargos se tienen que pagar. Entonces mi pregunta es ¿si ya tenían toda la banda criminal para qué me necesitaban a mí?”
Benedetti afirmó sentirse emocionalmente afectado pero jurídicamente tranquilo porque tiene las pruebas para demostrar que las declaraciones del abogado Álvaro Burgos son falsas.