ESPECIAL | Recomendaciones para gozarse el Carnaval sin riesgos de contraer una enfermedad
El calor de unos tragos y la intensa algarabía del contacto social festivo pueden llevar al carnavalero a la libre e irresponsable expresión de las pasiones, dándose el riesgo de caer en la tentación de experimentar aventuras libidinosas con personas desconocidas.
Aunque los carnavales invitan al descontrol, a la alegría desbordante, al desenfreno y la recocha ilimitada, resulta pertinente advertir que esa temporal licencia cultural al desfogue de los instintos no significa que la persona se enloquezca y eche por la borda en cuatro cuatro días sus costumbres de fidelidad y estabilidad personal y familiar.
El calor de unos tragos y la intensa algarabía del contacto social festivo pueden llevar al carnavalero a la libre e irresponsable expresión de las pasiones, dándose el riesgo de caer en la tentación de experimentar aventuras libidinosas con personas desconocidas.
Esa intempestiva promiscuidad sexual, la cual se puede dar a cualquier edad y época del año, no deja de ser riesgosa debido a las nefastas consecuencias que pueden deparar.
PELIGROS DE LA PROMISCUIDAD SEXUAL
Por promiscuidad se entiende esa actividad sexual frenética e inmadura en que la persona hace el amor con el o la que sea …. cuando sea…. donde sea…con el o la que se le atraviese. Su apetito sexual se vuelve desordenado, desenfrenado y carente de compromisos.
Obviamente que esta conducta infiel, cuando es un comportamiento habitual, tiende a asociarse con las conductas compulsivas de ninfomanía en la mujer o satiriasis en el hombre, en las que predomina también la actividad sexual insaciable y una especie de adicción al sexo.Esto conduce a llevar a cabo cotidianamente prácticas genitales con cualquiera para escapar de sensaciones de ansiedad y del recuerdo de conflictos familiares.
El individuo promiscuo, sea hombre o mujer, en Carnaval se vuelve más enamoradizo, anda con el uno o con la otra, establece relaciones con quien sea, familiar (incesto) o no, todo lo cual suele ser manifestación de una baja autoestima y de una tendencia al autocastigo.
Este furor sexual exacerbado se manifiesta en las fiestas de disfraces, desfiles, etc. Entre sus causas están la percepción de modelos infantiles equivocados en personas cercanas y significativas, debilidad en su fuerza de voluntad, conductas escapistas de problemas familiares, problemas de reafirmación en la identidad sexual (don juanismo y coquetería excesiva) y, mucho ojo, hasta por quistes en el ovario que originan una alta ebullición hormonal.
CONSECUENCIAS DE LA PROMISCUIDAD SEXUAL CARNAVALERA
Se pueden mencionar las siguientes:
Un alto riego de embarazos no deseados que suelen solucionarse a las carreras con una de las siguientes alternativas: en personas casadas o con pareja estables se da el rompimiento de relaciones, separaciones o divorcios. En individuos solteros: madre-solterísmo, el matrimonio a la fuerza o el siempre riesgoso aborto.
Exposición a abusos sexuales y violaciones
El embarazo no deseado provoca en los nuevos padres (en especial en personas jóvenes) el abandono de estudios, inestabilidad y conflictividad con la familia de origen y en la vida de pareja.
En el hijo, bajo peso al nacer, desnutrición por negligencia en su cuidado y nutrición y un posible retraso en el desarrollo físico y emocional.
Alto riesgo de Adquirir una I.T.S. (Infección de transmisión sexual) de impredecibles consecuencias y difícil tratamiento médico-psicológico. A la larga lista de estas infecciones (Clamidia, gonorrea, herpes genital, chancro sifilítico, etc.), se le ha agregado el fatal sida cuyos portadores suelen ser personas también promiscuas y muchas veces sin síntomas visibles externamente.
La persona que cohabita sin amor con desconocidos suele sucederle que desafortunadamente “meta la pata”, estableciendo relaciones con personas con gravísimas perturbaciones mentales de las cuales es difícil posteriormente despegarse: adictos a drogas, psicópatas y delincuentes, personas mayores y casadas en busca de solo sexo, o personas excesivamente posesivas y violentas.
Los corazones rotos poscarnavaleros suelen dejar sensaciones de recriminación, culpa y vergüenza, lo cual ocasiona depresiones y alto resentimiento social.
Por su impaciencia, el o la promiscua se pierden de vivenciar a profundidad una verdadera vida de pareja. La mayoría de estas relaciones o aventuras fugaces terminan con fracaso y tristeza, temores de volver a comprometerse y a veces mata los mejores sentimientos presentándose los frecuentes casos de jóvenes con incapacidad de sentir amor, desconfiados del otro sexo y precozmente desencantados de la vida.
Posibles daños en la matriz con la consecuente imposibilidad de tener hijos y de vivir en su largo futuro una maternidad a plenitud.
En nuestra cultura machista socialmente a una mujer promiscua se le da una reputación de “libertina” o “p… ” la cual es difícil de restaurar. Casi siempre estas críticas van acompañadas de desagradables apodos en su vecindad. Es más, algunas con el tiempo por calmar su sentimiento de culpa empiezan a fumar, a ingerir alcohol y de ahí terminan incursionando en la prostitución, las prepagos y la drogadicción.
EN SINTESIS: EN CARNAVALES … CON DESCONOCIDOS ¡¡NO!!
Recomendaciones a quienes en estos carnavales ( y en toda época ) tienden a llevar una vida sexual promiscua:
Autocontrólese. Controle su curiosidad sexual y sus impulsos ante desconocidos (as) que le atraen.
Escoja bien su pareja. De esa decisión depende su futuro y el de la familia por formar.
Siempre cultive una sola relación amorosa… Sea fiel… ¡No sea promiscuo!
Practique la abstinencia sexual si no está seguro de la persona a quien está apenas conociendo.
No tome demasiado alcohol hasta perder el control. Las mujeres deben cuidarse de desconocidos o conocidos (disfrazados o no) que las emborrachen para abusar de ellas.
Si ha decidido tener vida sexual activa en carnavales tiene que cuidarse utilizando métodos anticonceptivos, para evitar embarazos no deseados o infecciones venéreas.
No se desespere. Vale la pena esperar para vivir una relación de pareja a plenitud en vez de arriesgarte a la sexualidad sin amor. Espere a adquirir una mayor madurez psicológica, a conocer mejor al otro para amarle mejor y montar un proyecto de futuro duradero con alguien de su confianza … en carnavales abstenerse y esperar es amar.