Adicción al cibersexo o al sexo por internet, buscar la excitación sexual por medio de alguna página disponible en la red. Algunos de estos servicios suelen ser: webcam (cámara web), aplicaciones de citas, mensajes de texto o fotos eróticas. Sin embargo, la única diferencia es que con ninguna de estas personas usted está interactuando y de hecho desconoce su identidad. Al respecto un lector nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, hace algún tiempo comencé a explorar el mundo del sexo online y me preocupa que esto se pueda convertir en una adicción. ¿Cómo puedo saber si soy adicto?”.
Esta, como todas las adicciones, comienzan de la misma forma, la persona hace uso de estas herramientas digitales de vez en cuando, pero sin darse cuenta, cada día que pasa comienza a hacerlo más, hasta el punto de perderse de sí mismo, dejando su vida social y laboral a un lado por estar dándole tiempo a otras cosas, que quizás puedan ser contraproducentes.
Una de las características que pueden tener las personas con este comportamiento adictivo son: mentirle a las demás personas sobre la obsesión y tratar de esconderla, no poder pensar en otra cosa sino en el cibersexo, buscar cada segundo del día momentos para conectarse, no salir de internet por días enteros, gastar dinero en esta práctica, incomodar a las personas que los rodean en sus relaciones o en el trabajo, así como perder planes con personas importantes, recurrir a esta acción cuando se siente inseguro e intentar acabar con esta enfermedad, pero recaer. No obstante, incluso hay otras páginas que son de ayuda para luchar contra este sentimiento.
La primera opción es hacer un test de detección de la adicción del cibersexo, en el que sabrá exactamente si es confirmado, aunque si comienza a sentir que se está excediendo en el tiempo que usa el internet para estas acciones, lo mejor es que le ponga alto a esto.
La segunda opción es la terapia cognitiva conductual, en la cual encuentran las razones especificas por la cual este proceder se desarrolló. Lo primero que se debe saber, es que el cibersexo como medida no es del todo negativo, de hecho, puede favorecer a las relaciones a larga distancia, para que estas parejas puedan tener una intimidad y cercanía.
Simplemente hay que entenderlo como una opción dentro de la sexualidad de los seres humanos, sin satanizarlas, ni condenarla. El problema está cuando se vuelven dependientes de esta práctica sexual, entonces va a ser referencia buscar páginas donde pueda intimar con otra persona o en otro caso, solo observar contenido erótico.