En Barranquilla y algunas ciudades costeñas empiezan hoy algunos eventos que dan apertura al Carnaval. Los he conocido casi todos, el de la Arenosa, Santa Marta, Corozal (Sucre), Riohacha, en fin.
En estas festividades aumenta la actividad sexual. Hay una frase que hace carrera y es que “en Carnavales se vale todo”.
Pero mucho ojo con lo que hacen. Si no quieren contagiarse de enfermedades de transmisión sexual o tener embarazos no deseados lo mejor es usar preservativos.
Es cierto que a muchos no nos gusta, nos corta la excitación de tajo tener que abrir el sobre del preservativo y blindar al “man”, pero debemos ser responsables, respetar al otro y sobre todo respetarnos nosotros mismos.
Consciente de esto, he resumido algunos consejos para que la postura del condón no sea impedimento para que la llama de la pasión los mantenga encendidos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la ubicación de los preservativos. Es decir, ponerlos a la vista en un lugar de fácil acceso, para cuando llegue el momento de usarlo no tenga que estar caminando ni abriendo cajones o recogiendo el pantalón del piso. Esto, sin duda, puede amainar la pasión, sobre todo cuando hay adrenalina o urge hacerlo de una.
Otra recomendación es no dejarle este menester solo al hombre. La pareja debe ayudar a que este momento sea igual de erótico que un juego.
Por ejemplo, poniéndoselo mientras le besa la oreja, el cuello, o acariciando los testículos. El cuento está en siga manteniendo la erección.
También puede enrollar el condón en el pene con su boca. Esto es —lo digo yo— algo altamente excitante.
Para esto, la mujer debe desenrollar el preservativo con la mano hasta debajo del glande, luego introducir el pene en la boca y bajar el condón con los labios lo más que pueda.
Sea cual sea el momento y el lugar en el que decidan tener relaciones sexuales, no olviden nunca el uso de preservativos. Es por su propio bien.