En las relaciones monótonas, algo que se pierde es el interés en el coito, como le ocurre a esta interesada lectora que nos escribe lo siguiente: “A pesar que mi relación de pareja es muy buena y que somos jóvenes, de un tiempo para acá la intimidad con mi esposo se ha ido apagando y eso me preocupa. ¿Qué podríamos hacer para revertir esta situación?”.
En los últimos años fueron publicados algunos artículos que se volvieron virales en la red, la razón es porque afirmaban retratar una sociedad que ya no estaba interesada en el sexo, por ejemplo, que los millennials no estaban interesados en priorizar su vida sexual, sino tener otro tipo de experiencias. Para explicar esto las personas justificaban no tener relaciones con su pareja, y esperar el momento indicado para hacerlo.
Pero la falta de sexo también puede ser un ejemplo de falta de deseo, que es un problema que puede aquejar a muchos noviazgos o matrimonios contemporáneos, más allá de si existe una moda que evita tener el coito.
Aquí es cuando se sugiere no tener sexo, una especie de ayuno, pero en vez de comida es la intimidad, por un periodo delimitado o no.
ROMPER EL CÍRCULO
Cuando se trata de sexo y relaciones a veces entramos en un círculo vicioso y la única manera de salir de él es empezar de nuevo. Frenar la sexualidad durante 30 días es una buena manera para resetear nuestro lado erótico.
Ésta dieta, en que voluntariamente se evita el contacto sexual es una buena opción para recuperar el interés y esta elección es lo que marca la efectividad del plan, porque elegir no tener sexo es muy diferente a no tener sexo por aburrimiento o desinterés.
MÁS ALLÁ DE LOS FÍSICO
De otro lado algunos especialistas en estos temas prefieren dejar de lado la abstinencia y lo que recomienda es limitar el sexo.
Cuando los años han transformado la relación sexual en algo monótono, repetitivo y carente de emoción, es preferible detener la genitalidad durante un tiempo y concentrarse en la focalización sensorial.
Centrarse en la piel, las sensaciones y la sensualidad es el primer paso para rediseñar la relación sexual sin lo imperativo del coito, lo que nos obliga a ser más creativos, táctica que es también muy indicada para problemas de erección o a la hora de alcanzar el orgasmo.