El sexo se debe disfrutar sin tantos peros. Eso es lo que suelo responderles a los lectores que me escriben todos los días. La otra noche me invitaron a armar una lista sobre situaciones a experimentar y aunque al principio dudé, envié un par de mensajes a varias amigas que me ayudaron a armarla.
“Oye Don Juan, acuérdate de la noche en que lo hicimos en el balcón del segundo piso… o la vez que nos pusimos en frente del espejo que había en el cuarto de tu hermana”, fue lo que me mandaron al Whatsapp. Si ustedes tienen otras propuestas les agradezco que me las envíen al correo casanovaaldia@gmail.com para completar la lista. Espero que saquen el tiempo con sus parejas y las puedan cumplir.
SEXO TÁNTRICO
“Con la práctica del tantra se busca disfrutar con todo el cuerpo, disfrutar con cada poro, con cada caricia”, explican en Escuelatantrica.com. Cuanto menos, mejor: los seguidores del tantra recomiendan hacer el amor una sola vez al mes para acumular energía sexual. Los encuentros son sin sexo genital. La base está en el poder de la mirada, las caricias y los masajes.
RAPIDITO Y SIN RUIDO
Sin preparativos y con la ropa semi puesta. ¿El lugar? Para las parejas más clásicas, las distintas habitaciones de la casa o el baño de un bar. Si son más arriesgados, el ascensor, las escaleras o los pasillos del edificio, la última fila del cine y, el mejor de todos, el probador de un local de ropa ¿El momento? Como corresponde, cuanto menos planeado más efectivo.
OJO CON EL VOUYERISMO
Es encontrar la satisfacción o el placer sexual observando la intimidad de los otros. “En el ámbito terapéutico, muchas veces los especialistas fomentamos el voyeurismo cuando invitamos a observar la sexualidad ajena, como en el caso de mirar videos que muestran escenas que sirven como estimuladores del deseo o como modelo de aprendizaje".
CAMBIO DE ROLES
El cambio de roles consiste, básicamente, en jugar a ser otros. La idea es transformarse en médicos, electricistas, maestros, strippers… O lo que su imaginación les ofrezca. Permite a ambos tener esa emoción de “estar con otra persona”. Simula que no lo conoces, pregúntale quién es y dale lugar para que invente su propio personaje.
SEXO EXHIBICIONISTA
Consiste en mostrarnos con la intención de que alguien nos vea. Sin caer en extremos podemos, por ejemplo, dejar una ventana entreabierta para vivir la sensación de riesgo.
Si quieres que las pulsaciones vayan a millón, lo podrías intentar en una playa, eso sí busca un sitio a donde no vayan niños, eso ya es la tapa.