El pasado martes 28 de marzo ser registró un grave caso de intolerancia que pudo terminar en tragedia de no ser porque la víctima tenía el vidrio de su carro arriba.
El hecho fue protagonizado por un limpiavidrios, el cual, según se observa en un video, se habría en enojado porque su potencial cliente, un conductor de taxi, no quiso aceptar sus servcios.
Tras la negativa del taxista, el hombre empezó a hostigarlo golpeando el vidrio de las ventanas, pero en un momento se dirigió al separador de la vía en el que había un bolso y se apresuró a sacar algo de él. Tal vez dándose cuenta de qué objeto estaba buscando el sujeto, una mujer se acecó para intentar calmarlo y que desistiera de seguir peleando.
Sin embargo, el trabajador informal logró evitar a la que parecía su compañera de oficio y se dirigió al vehículo, para con un arma blanca pegarle fuertemente al vidrio de la ventana, al punto de partirlo.
Tras llevar a cabo su descalaficadora acción, el atacante salió corriendo, no sin antes ser perseguido por dos ciudadanos que intentaron que no escapara impune por las calles de Bucaramanga, lugar de los hechos, sin embargo, se desconoce si lograron su cometido, pues el final de persecución no quedó registrada en el video.
Trascendió que, afortunadamente, el taxista se encuentra en perfecta condiciones de salud y el hecho solo lo hizo pasar un mal rato.