Joven cristiano, asesinado en el barrio Ciudadela Metropolitana, de Soledad.
Joven cristiano, asesinado en el barrio Ciudadela Metropolitana, de Soledad.Cortesía.
¿Qué Pasa?

"Sus sueños estaban con Dios, estamos tristes": Iglesia sobre asesinato de joven cristiano en Soledad

Los allegados al joven han solicitado a las autoridades que avancen con las investigaciones para esclarecer los motivos detrás de este lamentable asesinato.

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Consternación y tristeza se presentan sobre los miembros de la iglesia Catedral Apostólica Escalando Peldaños Central tras la noticia del asesinato de Jaider Antonio Rojas Bravo, de 33 años.

Jaider, conocido por su voz en el grupo de alabanza de la congregación, fue ultimado la noche del sábado 5 de julio en el barrio Ciudadela Metropolitana.

El hecho se produjo cuando dos individuos en motocicleta le dispararon dos veces en la cabeza, dejándolo sin vida en plena calle antes de huir con rumbo desconocido.

AL DÍA se trasladó al barrio Villa Adela para conversar con varios integrantes de la iglesia, quienes compartieron la emotiva historia de Jaider, un joven que llegó a la congregación en busca de un cambio profundo en su vida.

Jaider Rojas, con más de un año en la iglesia, era un miembro bautizado y una figura central en el grupo de alabanzas.

"Él estuvo con nosotros hace un año, participando en la parte del grupo musical. Siempre me decía: 'Yo sueño con ser cantante, cantarle a Dios'. Jaider entró en un proceso en el que, en menos de un mes, ya estaba cantando como voz principal, lo que lo motivó mucho", afirmó un allegado.

A pesar de un pasado sobre el que no se ahondó, el deseo de Jaider de acercarse a Dios era tan evidente y sincero que se ganó el cariño de toda la comunidad desde el primer día.

"Cuando lo entrevisté aquí, me contó que tuvo su pasado, su historia, pero obviamente sabes que cuando una persona se arrepiente y decide cambiar, uno trata de buscar un ambiente en el cual uno se sienta bien. Hasta este momento vimos que Jaider dio frutos, estaba muy feliz", expresó un líder de la congregación.

Jaider Rojas se ganaba la vida trabajando en una pizzería. Con sus ingresos, mantenía a sus dos hijas y apoyaba a sus padres, quienes son sordomudos y lo criaron con gran esfuerzo.

"Él me contó que trabajaba en una pizzería y no ganaba casi nada, pero su sueño era darles a sus hijas todo lo que necesitaran, superarse él como persona y ayudar siempre a sus padres por la condición que tenían", detalló un conocido.

Los allegados al joven han solicitado a las autoridades que avancen con las investigaciones para esclarecer los motivos detrás de este lamentable asesinato.