A cadena perpetua fue condenada una madre que fue acusada de haber provocado con sus propias manos la muerte de su bebé, quien apenas tenía 17 meses de nacido. 

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En la condena impuesta a Heather Reynolds, la mujer acusada, se estableció que no tendrá posibilidades de libertad condicional por el asesinato, que fue cometido en mayo de 2018, de acuerdo con la fiscal que maneja el caso en una corte de Candem, del estado de Nueva Jersey. 

El veredicto del jurado se dio a conocer tras un juicio de nueve días, que logró paralizar al pueblo de Candem por el alcance mediático que tuvo el crimen en todo Estados Unidos. 

Según lo establecido en la condena, Reynolds pagará en prisión por los cargos de asesinato, posesión de metanfetamina y poner en peligro el bienestar de un niño.

El caso

El cuerpo de Axel fue encontrado en mayo de 2018. El cuerpo del bebé tenía muestras de violencia en la zona cercana a su boca y nariz, por lo que se pensó inmediatamente que el niño no había muerto por causas naturales. 

Sin embargo, la defensa de la mujer preparó un discurso en el que ella pasaba como la víctima al ser una madre devota que “intentó revivir a su bebé cuando lo encontró inconsciente”. 

Sin embargo, las evidencias recopiladas demostraron que la madre del bebé lo dejó sin vida cuando le puso una toallita limpiadora sobre la nariz y la boca. Los moretones en el cuerpo se debieron a la presión aplicada para dejar sin ingreso de oxígeno al bebé, quien falleció tras un leve forcejeo. 

El juicio fue celebrado durante nueve días en el mes de julio. En él, se reconoció la culpabilidad de la mujer, que nunca dio a conocer las razones que la motivaron a realizar el atroz acto.