Aprovechándose de sus conocimientos en tecnología, el área en la que solía desarrollarse como trabajador, un hombre se dedicó por semanas a instalar cámaras ocultas en su vivienda para grabar a su propia hija. Estas fueron instaladas en uno de los baños y en la habitación de la menor, a la que filmaba cuando se encontraba desnuda para guardar esas imágenes en su teléfono.
El hombre acabó capturado por las autoridades luego de que la menor, un día, le solicitara el celular para comprobar el hecho, del que venía sospechando desde algún tiempo atrás.
Ver las imágenes en el celular fue suficiente para que la menor decidiera compartir lo que le venía sucediendo con otros familiares, quienes de inmediato pusieron en aviso a las autoridades de la situación.
Antes de eso, ella venía siendo víctima de tocamientos abusivos, según dieron a conocer las autoridades.
Con la denuncia, las autoridades dieron inicio a una investigación que permitió conocer nuevos detalles de los hechos. Sin embargo, fue clave el testimonio de la menor.
Ante los hechos, el hombre fue judicializado por los delitos de acceso carnal violento con víctima incapaz de resistir, actos abusivos y pornografía.