En medio de una misa realizada el pasado domingo 12 de marzo en la que se llevaba a cabo una multitudinaria jornada de primera comunión de niños, un habitante de calle irrumpió en el recinto religioso para pedir y, posteriormente, exigir dinero.
El hombre, al que le apodan 'el Cojo' ingresó al templo y empezó a pasar puesto por puesto pidiendo dinero, sin embargo, ante la indiferencia de las personas, el sujeto sacó un arma blanca y decidió intimidar a los presentes, por lo que algunos terminaron dándole plata.
Ante esa situación de peligro, el sacerdote pausó la ceremonia para pedirle al hombre que se marchara, sin embargo, no se detuvo e incluso intentó subir al altar para amenazar a las personas encargadas de hacer las lecturas y hurtarles su efectivo, hecho que no estuvo dispuesto a permitir el líder espiritual que puso la situación en conocimiento de la Policía.
Auque parezca difícil de creer, según el padre Jorge Iván Moreno, párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, ubicada al frente de la alcaldía de Barrancabermeja, Santander, esta no sería la primera vez que pasa.
“estos habitantes de calle, especialmente los que dependen de la droga, vienen acechando continuamente la parroquia en las misas dominicales”, aseguró el padre, sin embargo, admitió que era la primera vez que uno de ellos amenazaba a los creyentes con algún tipo de arma.
Aunque la situación fue puesta en conocimiento de las autoridades con anterioridad, estas no se han pronunciado al respecto. Por el contrario, grupos que velan por los derechos humanos en el municipio, pidieron que no se estigmatise a los habitantes de calle, pues no todos tienen un comportamiento agresivo.