Tienda en el barrio Bellavista
Tienda en el barrio BellavistaCortesía
¿Qué Pasa?

Extorsión en Sabanalarga: delincuente entró a una tienda, robó y dejó panfleto extorsivo

El caso quedó registrado en cámaras de seguridad y aumenta la preocupación por la ola de intimidaciones en el Atlántico.

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La violencia extorsiva sigue golpeando al Atlántico. En la tarde de este viernes, a las 6:28, un nuevo caso quedó registrado en las cámaras de seguridad de una tienda ubicada en el barrio Bellavista, en el municipio de Sabanalarga.En el video se observa el momento en que dos personas llegaron en motocicleta al establecimiento. Uno de ellos, un joven, descendió del vehículo, ingresó al local y, tras saltar el mostrador, sacó un arma de fuego.

La escena generó pánico entre los clientes que estaban en la tienda, quienes huyeron de inmediato. El delincuente se dirigió directamente a la caja registradora, donde amenazó al encargado y le exigió entregar el producido del negocio. Bajo presión, el hombre accedió y el antisocial se apoderó del dinero, además de llevarse un celular.

El atraco duró apenas 40 segundos. Sin embargo, antes de escapar, el joven regresó y lanzó un panfleto al piso, confirmando el trasfondo extorsivo del hecho.

Ola de intimidaciones

Este caso se suma al ocurrido el miércoles 13 de agosto en el barrio Lucero, en Barranquilla, donde un tendero, identificado como José Alfredo Bueno Quiñónez, fue asesinado en la carrera 32 con calle 47D. Lo impactante es que el mismo joven que perpetró el crimen había sido captado horas antes en una tienda del sector entregando un panfleto extorsivo.

A la par, se conoció otra denuncia en el barrio Ciudadela 20 de Julio, también en Barranquilla, donde una familia fue intimidada por el grupo delincuencial ‘Los Costeños’. A una mujer le ordenaron abandonar la ciudad en siete horas, advirtiéndole que comprara chalecos antibalas para sus padres.

Entre las 5:30 y las 8:30 de la noche del jueves, la víctima recibió múltiples llamadas, videollamadas y mensajes de WhatsApp con videos intimidantes, lo que la obligó a salir del barrio, aunque las amenazas persistieron.

Preocupación en aumento

Los hechos refuerzan el clima de zozobra que atraviesan comerciantes y familias en distintos puntos del Atlántico, donde la extorsión se ha convertido en un delito recurrente que deja huellas de miedo e incertidumbre.