Con el pasar de los días se siguen conociendo nuevos detalles del asesinato del comerciante cordobés Jaime Llorente y de su hija Alejandra, en hechos ocurridos el pasado 3 de noviembre en el barrio La Providencia, en Cartagena.
El brigadier general Nicolás Alejandro Zapata Restrepo, comandante de la Policía Metropolitana de la capital de Bolívar, reveló que los sicarios que fueron contratados pertenecen al grupo ilegal Clan del Golfo. Sin embargo, se desconocen aún los autores materiales de este doble crimen.
Cabe recordar que las autoridades de Bolívar revelaron el pasado miércoles en una rueda de prensa que por estos hechos fueron capturados Jair Barrios Hernández, alias Yao; y a Jesús Leonardo Domínguez Castro, alias el Pechiche, quienes fueron señalados por la Fiscalía como presuntos responsables del homicidio de padre e hija en La Heroica.
Tras ser capturados, el ente acusador les imputó los delitos de homicidio agravado; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de arma de fuego, los cuales no fueron aceptados por los capturados.
“Las capturas las conseguimos a través de varias informaciones que nos llegaron. Algunas eran públicas por redes sociales y otras eran cerradas. Ellos estaban a punto de abandonar el departamento. Ellos no actuaron solos. Hay marcadores y colabores que ayudan a que esta labor delictiva se lleve a cabo”, explicó el oficial.
“Estos sujetos tienen antecedentes judiciales por hurto, por amenazas, por abuso de confianza. Ellos hacen parte de una estructura criminal, en este caso podríamos decir que del Clan del Golfo. Lo que estamos investigando ahora es quiénes fueron los determinadores del crimen”, agregó.
Según Zapata, hasta ahora se desconocen los móviles del crimen; sin embargo, dejó entrever que obedecería a temas personales del comerciante cordobés.
“Lo que sí es claro es que la muerte de la menor es algo colateral. La investigación está ligada a temas de índole personal del hombre asesinado. Nos duele mucho la muerte de la niña y de su padre”, explicó.
Cabe recordar que el pasado 3 de noviembre, los hoy procesados se habrían movilizado en motocicleta al barrio Providencia y uno de ellos disparó en varias oportunidades contra Jaime Llorente, quien acababa de recoger a sus tres hijas en el colegio. El padre murió en el lugar de los hechos, mientras que una de las niñas, de 11 años, fue trasladada a un centro asistencial, pero llegó sin signos vitales.